“Comunidades para la paz” un proyecto por los derechos de la niñez
Según el informe “Una guerra sin edad”, del Centro de Memoria Histórica, entre 1960 y 2016, se han reportado 16.879 casos de niñas y niños reclutados por diferentes grupos armados, para participar en el conflicto nacional. El informe también señala que las zonas de mayor reclutamiento fueron el Meta, el sur del Tolima, el norte del Cauca, el Urabá Antioqueño, la Sierra Nevada de Santa Marta, el alto Sinú y San Jorge, y el valle de Aburrá. Además, se extendió al plano urbano, en ciudades como Medellín, Montería y Bogotá.
Ante esta situación, el Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana, junto con la Fundación Plan, trabajan desde febrero del 2017 con el proyecto “Comunidades para la Paz”, el cual ha llegado a más de 12 mil niños, niñas y adolescentes, incluyendo sus núcleos familiares, en los departamentos de Norte de Santander, Cauca, Meta, Chocó y Guaviare.
“Comunidades para la paz” ha buscado la disminución de las afectaciones y el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes, generando condiciones para la construcción de entornos protectores incluyentes, innovadores y participativos; además de reintegrar a largo plazo a niños, niñas y adolescentes asociados a fuerzas, grupos o bandas armadas, desvinculados y afectados por otros hechos victimizantes de la violencia armada, mediante la atención directa individual.
Con relación a la creación de entornos protectores, el proyecto trabaja con los menores, con sus familiares y docentes para lograr la construcción de la vida de niñas y niños, disfrutando de oportunidades para desarrollar su capacidad individual en un entorno seguro y propicio.
Como parte de este proceso con la comunidad, se han realizado varios ejercicios pedagógicos que les permite a los menores conocer información sobre sus derechos, tales como protección, igualdad y oportunidades. Es por ello que en el último semestre se realizaron actividades en torno a temas de autocuidado, libre expresión, liderazgo y compañerismo por medio de herramientas como el teatro y ferias recreacionales.
La paz también ha sido un tema central dentro de las actividades, por ejemplo, en Santander de Quilichao se llevó a cabo el Festival Club Pacífico, cuyo objetivo fue contribuir al fortalecimiento y capacidades de adolescentes y jóvenes para la construcción de paz. Por otro lado, los niños y niñas de Quibdó hablaron de esto y de su realidad social por medio de los cuentos que habían escrito para la iniciativa “Escribir y contar mi cuento y ano es cuento”.
Con este tercer año de implementación del proyecto, ellos han logrado reconocer que cuentan con espacios seguros como sus hogares y escuelas, no solo por el trabajo que se ha realizado con ellos sino también con los padres, madres y cuidadores, quienes han sido formados en temas de derechos de los menores y cómo educarlos para que no desarrollen comportamientos violentos a medida que crecen.
Además de ello, más de 100 docentes han trabajado en fortalecer las instituciones educativas para que así los estudiantes las sientan como “escuelas protectoras” de sus derechos.