Vicariato Apostólico de Mitú, luces en medio de la oscuridad
La principal acción del Vicariato Apostólico de Mitú es la evangelización, es decir, dar a conocer a Jesús en las comunidades a través del trabajo con las familias, para que cada día vivan mejor y en mayor armonía; la concientización sobre el cuidado de la casa común; el trabajo con los jóvenes en aspectos como liderazgo, reconciliación, paz y perdón; la inculturación como muestra del respeto a la cultura indígena; la formación sacramental y vocacional y el llamado a las comunidades a luchar por la eliminación de flagelos como la corrupción. Todo eso, a través del acompañamiento permanente en el caminar de las comunidades.
Sin embargo, desde que inició la emergencia sanitaria a causa del Covid-19, esta jurisdicción eclesiástica ha buscado ayudar a la población más necesitada con alimentos, elementos para la prevención de contagio del virus, acompañamiento espiritual para superar el miedo y poder ver el futuro con esperanza, contactando a universidades para que brinden formaciones cortas relacionadas con el conocimiento y formas de prevenir la propagación del Covid-19 y hacerlas llegar a las comunidades.
“Como Iglesia llevamos acompañando a estos pueblos desde hace más de cien años, y en este proceso se ha buscado garantizar su supervivencia, por lo cual entregar estas ayudas está íntimamente ligado a garantizar la protección de la salud física de las personas afectadas por la crisis, se orienta a fomentar la protección y la propia capacidad de recuperación, convirtiendo a los damnificados en actores dinámicos y protagónicos de su propio proceso de rehabilitación y reconstrucción dentro de sus comunidades indígenas”, asegura Martha Carreño Borrero, directora de la Pastoral Socia del Vicariato Apostólico de Mitú.
Desde el mes de abril se estar realizando entregas de kits de alimentos a las personas que al comienzo de la crisis se acercaron al Vicariato. Al mes siguiente, partiendo de un censo realizado por integrantes de la Pastoral Social, se llevaron alimentos a las personas que se identificaron con mayor vulnerabilidad en los barrios de Mitú y se atendieron a las comunidades de las parroquias. En junio y julio se han estado entregando kits de elementos para prevenir que comunidades cercanas a Mitú se contagien del virus.
Según comenta la directora de la Pastoral Social de esta jurisdicción, Martha Carreño, “hemos hecho presencia en Mitú (área urbana), en Buenos Aires (Pacoa), en comunidades de Taraira, en la Vía Mitú – Monfort y del área rural ubicadas en el río Cuduyarí, además de las comunidades de las Parroquias: Trinidad de Tiquie, Acaricuara, Villa Fátima, Piedra Ñi, de Tapurucuara, San Esteban de Mandí (Rio Vaupés Medio), San Antonio de Carurú y en Yavaraté con las comunidades de las parroquias: San José de Piracura, Santa Teresita y Monnfort”.
En esta labor han participado tanto el Obispo como los sacerdotes que laboran en Mitú, los párrocos de las otras localidades, religiosas del Centro de Animación Pastoral Indígena (CAPI), seminaristas, integrantes de la Pastoral Social y demás personal que labora en el Vicariato. También se ha contado con el apoyo de otras instituciones como Consejo Noruego para Refugiados, Adveniat, Uniminuto, autoridades territoriales y líderes comunales.
El acompañamiento Espiritual busca acompañar la vivencia de la fe en Dios y motivar la esperanza, con mensajes que llevan a la reflexión sobre cómo superar la cultura del descarte, las grandes iniquidades que hay en la sociedad y la comprensión de que todos dependemos de todos, puede dar paso a una nueva forma de vivir.
La forma en que se ha hecho este acompañamiento es principalmente a personas por celular, en pequeñas charlas con quienes reciben los kits, mensajes que se publican en redes sociales como whatsapp y Facebook, en las Eucaristías y momentos espirituales que se transmiten por la radio.
“Aunque este momento de crisis pone al descubierto la gran fragilidad de los seres humanos, también pone en evidencia nuestra fortaleza cuando actuamos unidos en favor de los otros, la necesidad de cuidarnos mutuamente y de cuidar nuestra casa común. También sacó a la luz las cosas que verdaderamente importan, la Fe en Dios, la familia, los amigos, el trabajo de los campesinos, los sectores en los que se debe invertir el dinero a nivel público. Creo que la crisis trajo más luces que oscuridad y si así lo entendemos, el tiempo que dure se nos hará más corto, porque esta crisis va a pasar, lo que interesa, es qué logramos aprender y cómo vamos a seguir viviendo después de que pase. Un abrazo desde Mitú para todos”, es el mensaje que la directora de Pastoral Social de Mitú, Martha Carreño le deja a los colombianos.