Obispos del Pacífico y Suroccidente se pronuncian por situación humanitaria en el Pacifico colombiano y por amenazas a monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura
El 4 de marzo a las 09:00 a.m. se realizó una rueda de prensa desde Buenaventura, donde 14 Obispos de las jurisdicciones eclesiásticas de los departamentos del Choco, Valle del Cauca, Cauca y Nariño se pronunciaron ante la situación humanitaria que vive la región del Pacifico y suroccidente colombiano.
En el espacio, manifestaron su solidaridad de manera especial con monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura, quien ha sido amenazado de muerte en los últimos días. El evento fue transmitido por la página de Facebook de la Conferencia Episcopal de Colombia y la Pastoral Social-Cáritas Colombiana.
Durante la rueda de prensa, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, invitó a un cambio de mentalidad y pensamiento “necesitamos cambiar esa forma de pensar que nos tiene estancados en una realidad que aún no nos hace progresar. Desde el Antiguo Testamento, nos invitan a un cambio de corazón de piedra a uno de carne”, compartió el obispo de Istmina-Tadó.
Al mismo tiempo, hizo referencia a la misión humanitaria realizada en Baudó-chocó, donde menciona que los tres obispos de Chocó estuvieron presentes en el territorio junto con un grupo de 50 personas de distintas instituciones de orden social. Encontraron a cerca de 1000 personas desplazadas, se trata de unas 300 familias que no pueden salir y que están confinadas por la situación de violencia que vive la región, afirma que como Iglesia se han logrado abogar por ellos, con una voz solidaria y cercana.
Durante el espacio, monseñor Omar Alberto Sánchez, planteó “si se amenaza al obispo de Buenaventura, están amenazando a la voz de la verdad en toda esta región, están amenazando a todos los ciudadanos de este entorno inmediato que tienen vocación de bien. En consecuencia, si estamos rodeando a un obispo que fue amenazado estamos rodeando a la vez, a todos los que hacen una tarea por los derechos humanos en el territorio”.
Adicionalmente, afirmó el arzobispo de Popayán “es doloroso un obispo sea amenazado simplemente por poner en evidencia lo que todos vemos, esta situación va llevando a un sentido de resignación que nosotros no queremos tolerar, no nos resignamos a que el país mire con indolencia los sectores más deprimidos, esta es la razón por la que seguimos aquí”.
Monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, compartió que actualmente hay varias personas articuladas a la diócesis de Buenaventura que están amenazadas, especialmente de la línea del comité del Paro Cívico que han liderado procesos en las comunidades desde el 2014. “Necesitamos ver resultados pronto y generar en el Estado un volcamiento hacia estas tierras, el desarrollo no puede ser del centro a la periferia. Estas periferias litorales están en pobreza, una pobreza inhumana como diría el padre Francisco de Roux, necesitamos nivelar el país en un desarrollo integral y eso es lo que estamos pidiendo no solo como Iglesia sino todos los líderes sociales y campesinos”, afirmó el obispo de Buenaventura.
El obispo de Tierradentro mencionó que son cerca de 70 sacerdotes, religiosas, seminaristas y pastores cristianos asesinados, son personas que se han opuesto con sus comunidades a la siembra de marihuana, cocaína, entre otros cultivos ilegales, plantea que la iglesia ha puesto su cuota muy alta e invitó a las personas que amenazaron al obispo Rubén Darío Jaramillo que no pasen al hecho. “Un pueblo que olvida la historia está condenado a repetirla”, compartió monseñor Oscar Augusto Múnera Ochoa.
Lea aquí el comunicado de los obispos
Lea aquí el Boletín de Prensa : Abandonar propósitos criminales en la región del pacífico