Los estudiantes de Quibdó hablan de paz por medio de sus cuentos
8:45 de la mañana del 18 de octubre, el sol se mezcla con la humedad del aire y empieza la temperatura a subir en el municipio de Quibdó. Los sonidos de las motocicletas van y vienen perdiéndose a su paso y una que otra canción de salsa se escapa de algún radio, convirtiéndose en la banda sonora del día. Los caminos poco a poco se llenan con estudiantes que se distinguen a lo lejos por llevar sus maletas con libros, sueños y esperanzas, pues la idea que reza “estudiar es el único camino para tener un futuro mejor” cada día cobra más fuerza.
El destino de hoy no es la escuela, es el auditorio de la biblioteca Arnoldo de los Santos Palacios Mosquera, y quienes hablarán no serán los profesores sino los estudiantes por medio de sus cuentos, pues durante 6 meses han participado de la iniciativa “Escribir y contar mi cuento ya no es un cuento” liderada por la Fundación Te Abrazo Chocó y cuyo objetivo es fomentar la creatividad por medio de la creación de cuentos que retraten historias de paz.
Las sillas del auditorio se van llenando con estudiantes, en sus manos las hojas que llevan sus historias; en sus rostros la ansiedad y nervios de ser escuchados. “Uno a uno leerán sus cuentos y escogeremos los seis mejores” dice la moderadora mientras presenta al jurado conformado por un representante de la Fundación PLAN y otro del Secretariado Nacional de Pastoral Social, organizaciones implementadoras del proyecto Comunidades para la Paz el cual es financiado por la Unión Europea y que ha apoyado esta iniciativa a través del componente de financiamiento a terceros. Tímidamente el primer estudiante pasa a leer su historia, su voz tiembla y el aire acondicionado parece no surtir efecto en él, esto tarda poco, pues los nervios se van con la primera frase y tras terminar su relato, todos los asistentes aplauden efusivamente.
Todo tipo de historias se escucharon en el auditorio, desde relatos que animaban a la paz a quedarse en la vida de los más jóvenes “La Paz, después de ver todo el desastre, decidió dialogar con La Violencia haciéndole ver que, es mejor la abundancia que la escasez, la paz que la guerra, la felicidad que la tristeza”, hasta historias que evocaban a la resiliencia, “nunca te rindas, no importa las dificultades o los problemas, nunca digas no puedo, que el que persevera alcanza y siempre confía en Dios en todo tiempo “. De este proceso una estudiante relata:
“me gusta escribir pues desde pequeña he invertido mi tiempo libre en esto; cuando yo escuché esto del cuento, me emocioné porque quería hacer algo bien bonito, además cuando escribo me siento libre”.
Sin duda alguna, los ojos de los y las participantes reflejan la emoción de escuchar los relatos de sus compañeras y compañeros, además este ejercicio permitió conocer de una manera segura la realidad en la que viven los niños y niñas de Quibdó, logrando así no solo hablar de paz, sino asegurando que sea a partir de ejercicios pedagógicos apoyados desde la institucionalidad, que es un entorno protector que poco a poco se ha ido fortaleciendo con el proyecto Comunidades para la Paz.
Al finalizar la jornada y como se anunció al inicio, los seis mejores cuentos fueron premiados con bicicleta, tablets y/o maletines, aunque esto fue protocolario, pues todos los niños y niñas participantes son ganadores ya que se atrevieron a imaginar, a escribir y hablar de paz que es indispensable para que tengan una buena calidad de vida.
*Información tomada de la página de la Fundación PLAN.