Diócesis de Facatativá: “mostrar el rostro misericordioso de Cristo”
La Pastoral Social de la Diócesis de Facatativá brinda atención de manera especial y específica a presos, mujeres, adultos mayores, familias de escasos recursos, habitantes de calle y trabajadoras sexuales. Así mismo cuenta con programas enfocados al medio ambiente, la prevención de adicciones, el pan compartido y sembradores de paz.
El Padre Jesús Emilio Rodríguez Peña, quien se encuentra al frente de esta jurisdicción, asegura que todas las acciones que se desarrollan son parte de la tarea evangelizadora que les corresponde hacer, ya que buscan hacer presencia de Iglesia, pero a la vez manifestar ese rostro de Cristo misericordioso que se acerca al pobre para ayudarlo y acompañarlo en su dolor. Desde que inició la crisis provocada por el Covid-19, como Iglesia han establecido un criterio principal: “Estamos invitando a que todos, absolutamente todos los creyentes tengan una actitud solidaria y que realicen un ahorro de mercado para compartirlo con los más necesitados, que cada uno se sienta solidario y cada uno se sienta responsable de ayudar a superar esta crisis”.
Un segundo criterio es la coordinación de todas las parroquias con las alcaldías, la finalidad es desarrollar una acción adecuada de recolección y entrega de los mercados que los feligreses desde la solidaridad han aportado con sus donaciones.A esta iniciativa también se han sumado algunas empresas de la región y cabe resaltar que aunque el alimento es la principal necesidad, se ha hecho un gran esfuerzo por suplir a las familias con los implementos de aseo necesarios como jabón, papel higiénico y toallas en medio de la crisis sanitaria.
El Padre Rodríguez afirma que ha sido evidente el esfuerzo de los párrocos haciendo lo que mejor pueden buscando recursos para compartirlos con los más necesitados, de igual forma se han creado redes solidarias en cada barrio con líderes que están atentos a quiénes están pasando necesidad, de qué tipo, informarlo y compartir lo que se tiene, brindando una atención adecuada.
Las actividades de solidaridad respecto a la parte económica se han realizado en todos los municipios de la Diócesis, con el esfuerzo personal de cada uno de los sacerdotes y encaminando esas ayudas a familias previamente identificadas con gran necesidad a través de los distintos programas de atención. El conducto que se está llevando es recoger las donaciones en el día y entregar los mercados puerta a puerta durante la noche con la ayuda de voluntarios y personal de la alcaldía, todo con el fin de cumplir las normas evitar aglomeraciones.
El apoyo espiritual a la comunidad fue el cambio más drástico en un principio debido a la necesidad de migrar a lo digital, empezar a transmitir las celebraciones por Facebook live, compartir mensajes de solidaridad y apoyo por los grupos de Whatsapp: “algunas parroquias y vicarías mandamos un esquema de oración diaria, una oración en la mañana, una en la tarde, y una en la noche para hacer en familia, ya sea el Viacrucis, el Santo Rosario o los Salmos”. Al mismo tiempo están redescubriendo el poder de las emisoras comunitarias.
Se ha hecho evidente el enorme deseo de los sacerdotes de acompañar a sus familias, algunos sacerdotes han estado disponibles por medio de videollamadas durante cuatro o cinco horas al día con el fin de acompañar a los distintos grupos con el Santo Rosario. El Padre Jesús Emilio opina que ese ha sido un testimonio grande e importante a nivel espiritual, donde se ha podido ver la creatividad por medio de las distintas iniciativas, además de cuestionarse diariamente “¿Hay algo más que pueda hacer para ayudar a nuestros fieles?”
Su mensaje de esperanza es claro: “El tiempo de la cuaresma es un tiempo de conversión, de alguna manera la cuarentena nos ayudó, nos obligó a vivir con mayor viveza esta cuaresma, con mayor oración, con mayor ayuno, con mayores deseos de compartir. Y claro, también nos llegó el tiempo de la pascua, el tiempo de la vida, el tiempo de esperanza y en lo que nos ayudó la cuarentena fue a valorar la vida, a cuidar la vida. Dónde mi vida era muy importante y la vida del otro era muy importante, que yo estuviese bien y que el otro estuviese bien. Nos ayudó a ser solidarios, tal vez a mejorar lazos de unión familiar y en este tiempo de pascua el Señor dice de muchas maneras: “No teman, yo estoy con ustedes”.
Y esa es la mirada que hay que tener, el continúa el Padre, “el Señor está con nosotros y con Él a nuestro lado todo lo podemos, con el resucitado todo lo transformamos, una y otra vez Él está con nosotros. Y así como hoy en el evangelio del camino de Emaús los discípulos iban tristes, iban acongojados, iban derrotados, Jesús estaba con ellos, pero no lo veían porque hacía mucho ruido su angustia, mucho ruido su dolor. Que en esta cuarentena no haga mucho ruido la angustia, sino que tengamos el momento de hacer silencio para ver la presencia de Dios en esta cuarentena, descubrir cuál es su mensaje y de acuerdo con su mensaje actuar y caminar. Que en todas nuestras familias hagamos el silencio para descubrir a Dios y con humildad de corazón, una y otra vez, hacer su voluntad y caminar de la mano de Él con la seguridad que Él nos guiará por el camino adecuado”.