Alimentos para niños, niñas y adolescentes en los departamentos de Meta y Cauca, durante emergencia sanitaria
El proyecto Comunidades para la Paz, implementado en asocio con la Fundación PLAN y financiado por la Unión Europea, ha logrado durante las últimas semanas, suministrar mercados a diversas familias del departamento del Meta y Cauca que son de bajos recursos y en las que hay niños, niñas o adolescentes a los que se les ha vulnerado sus derechos y quienes viven en municipios lejanos a las ciudades principales estos dos departamentos, por lo que se les dificulta acceder a alimentos durante el aislamiento.
El objetivo principal del proyecto es buscar la disminución de las afectaciones y el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes, generando condiciones para la construcción de entornos protectores incluyentes, innovadores y participativos; además de reintegrar a largo plazo a niños, niñas y adolescentes (NNA) asociados a fuerzas, grupos o bandas armadas, desvinculados y afectados por otros hechos victimizantes de la violencia armada, mediante el acompañamiento individual.
“Desde que inició Comunidades para la Paz, hace 3 años, se ha intentado suplir las necesidades básicas de los NNA como garantía de derechos en los territorios focalizados por el proyecto. A través de diferentes ayudas como kits escolares, de higiene oral, talleres, acampamiento psicosocial, ferias de salud y recreativas, iniciativas culturales y deportivas y ahora con este apoyo condicionado que son alimentos. Esto permite que ellos sientan un acompañamiento por parte de las instituciones locales, posibilitando escenarios más amables”, asegura Mary Nelcy Castro, especialista del proyecto.
Estas ayudas condicionadas fueron entregadas en los municipios de Suárez, Miranda, Santander de Quilichao, Buenos Aires y Caloto en el departamento del Cauca; Vistahermosa, Mesetas, Puerto Rico y Granada en el Meta.
La especialista del proyecto comenta que, “en esta actividad participa el equipo territorial desde sus casas apoyándonos a través de llamadas, el equipo nacional de Pastoral Social de Bogotá reuniendo los permisos de la Policía, Comisarías de Familia y Alcaldías municipales. También hemos logrado tener convenios con los proveedores para que nos faciliten las entregas de los mercados y esto ha generado un sentido de confianza y pertenencia en las instituciones que nos han apoyado, en los líderes comunitarios y en las mismas familias que se han logrado organizar para recibir sus mercados bajo las recomendaciones y lineamientos que el Estado nos ha solicitado para cuidarnos del Covid-19”.
Aunque esta actividad estaba pensada dentro del desarrollo e implementación del proyecto, coincidió con el momento de crisis que atraviesa el país y en la que se hace necesario brindar ayuda a las familias más necesitadas que tienen dificultades para tener alimentos en casa durante la cuarentena.