En el Encuentro Nacional de Directores y Directoras de Pastoral Social, las 72 Jurisdicciones Eclesiásticas que participaron, profundizaron en los tres verbos que guían la acción pastoral ver para escuchar, juzgar para discernir y actuar para transformar, fortaleciendo el compromiso de la Iglesia Católica Colombiana en las relaciones sociales y políticas, para la atención solidaria a los conflictos violentos, el acompañamiento a las personas en movilidad humana, la construcción de estrategias que mitiguen las situaciones de desplazamiento y las acciones que lideraremos para cumplir con el llamado del Papa Francisco por el cuidado de la casa común; caminando hacia el horizonte donde articular procesos que contribuyan a la paz, la reconciliación, la defensa del territorio y la protección de los derechos humanos.
Un espacio enriquecido por los conocimientos y saberes de los directores y las directoras, que están construyendo país a través de sus liderazgos en las pastorales sociales de Colombia, con acción social y caritativa, en territorios complejos y con profundas desigualdades. Estos diálogos horizontales y tejidos en las distintas discusiones y plenarias, concluyeron con un comunicado conjunto que explica lo constatado de la realidad colombiana, la reafirmación del trabajo pastoral por las comunidades más vulnerables, el compromiso de la Iglesia Católica por la paz y la reconciliación, y el llamado de acción a la sociedad civil y al Estado a proteger la vida, la dignidad y los derechos humanos de todas las personas.
Conoce los aportes más importantes de estas jornadas de reflexión y diálogo:
COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA
De una crisis severa y compleja… a un camino de esperanza
En este tiempo pascual, en que acogemos el don de la paz que nos trae Jesús resucitado, los directores y directoras de la Pastoral social nacional Cáritas Colombiana de 72 Jurisdicciones Eclesiásticas de las seis regiones del país, nos hemos encontrado, del 9 al 12 de abril, en la ciudad de Bogotá acompañados por el señor cardenal, Monseñor Luis José Rueda Aparicio, Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y Monseñor Juan Carlos Barreto, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, para discernir juntos cómo se inscribe la voluntad de Dios en este pueblo crucificado que acompañamos y cómo le anunciamos a Jesús resucitado, fuente de nuestras esperanzas, fortaleza en nuestras pruebas y buen samaritano que camina con nosotros, en temas de Cuidado de la Casa Común, Movilidad Humana y Paz y Reconciliación.
En actitud solidaria y con espíritu sinodal, queremos entregar, a nuestras comunidades y a la nación colombiana, este mensaje que nos abre a nuevos horizontes esperanzadores desde el servicio solidario y caritativo de nuestra Iglesia.
- ¿Qué hemos constatado?
“Los momentos duros y difíciles que hoy vivimos como Nación colombiana, en la dramática extensión de la confrontación armada tanto en las zonas rurales como en las áreas urbanas de nuestras ciudades, han dejado una estela de dolor y de muerte; acentuando la pobreza y la exclusión; el confinamiento y el desplazamiento forzado; el control territorial y los hostigamientos.“
“La falta de política clara que integre el problema ambiental a las causas reales de la problemática social, económico y político traen como consecuencia, la grave destrucción y amenazas contra la Casa Común reflejada en la Crisis climática con las fuertes y bajas temperaturas, la escases de agua, el avance de proyectos extractivistas, la deforestación, el desarrollo minero-energético, proyectos de hidroeléctricas, acaparamiento de tierras, los monocultivos, el aumento de cultivos de uso ilícito, que ponen de manifiesto una economía de extracción nada amigable con el medio ambiente.“
2. ¿Qué reafirmamos desde nuestras pastorales sociales?
“Nuestra disposición y voluntad pastoral, desde cada una de nuestras jurisdicciones eclesiásticas y desde el acompañamiento que hacemos como Pastorales Sociales, a mantener el diálogo en nuestros territorios, desde la cultura del encuentro y con espíritu sinodal, es el mejor camino para superar la crisis. Y lo haremos con la participación y la articulación de todos los sectores, porque creemos que será el diálogo, paciente y sincero, la única herramienta que, en esta etapa, difícil y exigente, nos puede ayudar a inaugurar un nuevo tiempo para Colombia“.
3. ¿A qué nos comprometemos?
“A contribuir en el logro de la paz y la reconciliación explorando, con audacia pastoral, nuevos caminos. Colombia cree más en la eficacia del diálogo pacífico que en la violencia destructora; confía más en los procedimientos humanos y racionales que en las acciones de guerra y de muerte y busca insistentemente la humanización de los conflictos antes que su agudización. Queremos recorrer con nuestras comunidades el camino esperanzador de desacostumbrarnos a la violencia sin dejar de acompañar a las víctimas y contribuyendo a la reparación de los daños que la violencia ha producido“.
4. ¿Qué llamados hacemos?
A nuestros gobernantes y dirigentes, a nuestros empresarios y líderes de la sociedad civil, a tener una auténtica capacidad de liderazgo para ejercer con nobleza su vocación de servicio. Es la hora de darle reposo a la palabra para abrirle curso al testimonio, suscitando y alentando el compromiso y el empeño de todos; dejando de lado las descalificaciones y posturas que promuevan el resentimiento y la división. Con el Papa Francisco queremos recordarles que “La grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo.” (Fratelli Tutti n. 178)
La extraordinaria fortaleza y el aporte sostenido y generoso de nuestras comunidades parroquiales con sus agentes de pastoral, así como de distintos sectores sociales con sus líderes y lideresas, particularmente de aquellos que se encuentran en las regiones de mayor conflictividad, mostrando el rostro de una Iglesia samaritana que sirve generosamente y brinda a todos el abrazo de la fe con una creatividad pastoral que merece todo nuestro reconocimiento.