La REPAM presenta oficialmente su nueva presidencia
El Cardenal Claudio Hummes, hasta ahora presidente de la red, definió el momento como «un día muy importante para la REPAM y para todo el proceso sinodal que estamos llevando a cabo». Guiado por Dios, como él mismo dijo, comenzó su trabajo en la Iglesia de Amazonía cuando regresó de Roma, donde fue prefecto de la Congregación para el Clero. Ahora continúa este servicio a la Iglesia de la Amazonía en la presidencia de la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA, «donde participan en igualdad de condiciones religiosos, religiosas, indígenas, laicos, laicas, es un nuevo tipo de conferencia», según Hummes.
El nuevo presidente de la REPAM, el cardenal Barreto dice que “estamos en continuidad de un kairós sinodal y amazónico”, que, según él, “busca escuchar, discernir y poner en práctica la voluntad de Dios, y esto es un proceso que yo lo vivo con mucha gratitud a Dios”. En sus palabras hacía una lectura de lo vivido en los últimos años, desde la asamblea celebrada en Puyo, en la Amazonía ecuatoriana, en abril de 2013, donde se plantó la primera semilla de la REPAM.
Posteriormente se dio la creación de la REPAM en 2014, la Laudato Si en 2015, la convocatoria del Sínodo en 2017, la visita del Papa a Puerto Maldonado en 2018, que considera como un presínodo y donde comenzó la preparación, hasta llegar el Sínodo de hace un año. En 2020 el Papa nos regaló, afirma Barreto, Querida Amazonía y el 29 de junio, fiesta de San Pedro y San Pablo, fue creada la CEAMA. Para el nuevo presidente, “ahora nos queda caminar juntos, complementarnos, para buscar estos nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”. En ese sentido, la REPAM es llamada a “fijar nuestra misión en el territorio, al servicio de la Iglesia y de la CEAMA”, insiste el cardenal peruano.
Monseñor Rafael Cob afirma colocarse al servicio en su nuevo cargo, “para que podemos seguir siendo una Iglesia en salida, siendo una Iglesia samaritana, siendo una Iglesia profética, para que esta REPAM siga siendo ese instrumento que ha demostrado, sobretodo en el Sínodo amazónico”. De lo realizado hasta ahora por la REPAM, el obispo del Vicariato del Puyo destaca “esa capacidad de coordinación, de articulación, de trabajo, en la escucha, en la contemplación, no solamente de este mundo que Dios nos ha dejado, que es la casa común, sino de esos pueblos que caminan en la Amazonía, pueblos que necesitan ese acompañamiento de la Iglesia, como pedían en el Sínodo, que la Iglesia sea su aliada para defender la vida y los derechos de los pueblos que viven en la Amazonía”.
Desde el CELAM, su presidente, Monseñor Miguel Cabrejos agradecía la trayectoria de la REPAM, que definía como “un trabajo de mucha dedicación, entrega y sacrificio, que ha dado lugar a un Sínodo, a un Documento Postsinodal, a la exhortación apostólica postsinodal Querida Amazonía y a la Conferencia Eclesial de la Amazonía”. Desde el CELAM ha manifestado su disposición a colaborar, a caminar juntos, a seguir avanzando, con creatividad, siguiendo las inspiraciones del Espíritu de Dios, teniendo en cuenta la encíclica Fratelli Tutti, comunión, sinodalidad, que todos tenemos como hermanos. En todo el proceso de renovación y reestructuración del CELAM, su presidente ha destacada que está muy ligado a todo el trabajo de la REPAM y de la CEAMA.
Monseñor José Luis Azuaje, presidente de Caritas Latinoamericana, recordaba las palabras del Papa Francisco, cuando decía que Caritas es la caricia de la Madre Iglesia para con sus hijos. En ese sentido, el obispo afirmaba que “ha habido muchas caricias de Dios para con la Iglesia, especialmente en América Latina, y ésta es una, el hecho de que estas instituciones (CEAMA y REPAM) se vayan conformando y hayan nacido de la humildad y sencillez de personas que se han interesado, y que nos vayamos sumando”. Según él, hay que destacar el trabajo en redes de la Iglesia en América Latina, lo que hace posible “un trabajo más inclusivo, más incluyente, más encarnado en toda la región”.
La CEAMA y la REPAM son complementarias, según el cardenal Hummes, «seguirán trabajando juntas, repartiendo responsabilidades, pero no con trabajos separados». En este sentido, los próximos pasos de la CEAMA, que surgieron en la asamblea plenaria, con la participación de 250 personas, deberían llevar a la concreción de «las cosas más urgentes y prioritarias que el Sínodo pone en marcha y que podemos y debemos empezar a construir los caminos, los procesos», afirma el Cardenal, que ve como «el inicio del plan de Pastoral de Conjunto que la CEAMA está tratando de elaborar para toda la Panamazonía».
Barreto destacaba la importancia de los procesos, algo que se vino fraguando desde el tiempo en que trabajó en el departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM. Eso lo vio concretizado en la red eclesial de la Amazonía ecuatoriana, que fue semilla de la REPAM, “buscando articular los grandes esfuerzos evangelizadores que se hacían, pero de forma muy dispersa”. El cardenal destaca el respaldo del Papa Francisco en el momento en que se creó la REPAM, que asumió la preparación para el Sínodo amazónico. En el Sínodo fue de gran importancia “la fraternidad entre los pueblos indígenas y aquel a quien llamaban el hermano Francisco, lo que hizo posible que Roma se amazonizara”, insistía el nuevo presidente de la red.
La asamblea celebrada en Puyo fue momento donde se descubrió que “verdaderamente se necesitaba un trabajo en red, que articulara todas esas confluencias de las Iglesia locales para responder a los desafíos concretos de nuestra Iglesia en la Amazonía”, según el nuevo vicepresidente de la REPAM. Para Monseñor Cob, “asumir este cargo es reafirmar la posición de servicio en favor de los pueblos que viven en la Amazonía y del caminar de las Iglesias en la Amazonía”. Él define la comunión y la unidad como algo trascendental en el trabajo de la REPAM, la sinodalidad, caminar juntos, con un horizonte común, siempre con osadía, buscando con creatividad una Iglesia que siga abriendo caminos de comunión, de fraternidad, con ese espíritu samaritano y profético que debe tener la Iglesia.
La pandemia ha afectado gravemente a la Amazonía por su precariedad, porque la región no era una preocupación para los gobiernos de los países, según el cardenal Barreto. Según él, la REPAM como muchas otras instituciones están realmente preocupada por esta situación. En esa coyuntura, Monseñor Cob insiste en la importancia de visitar a las comunidades, sobre todo a los pueblos más alejados, también a quienes viven en las periferias de nuestras ciudades, que piden que la Iglesia no les olvide. Para el obispo del Puyo, “es muy importante que la Iglesia pueda vivir con ellos esa comunión y ese dolor compartido”. Al mismo tiempo destaca la importancia de la comunicación, a través de las radios y de las redes sociales, de continuar dando motivos de esperanza, de ánimo, de estar acompañando.
Por: Luis Miguel Modino (REPAM)