Segundo espacio de formación a comunidades del Gran Resguardo indígena del Vaupés afectadas por la minería
Durante la última semana del mes de septiembre, en el marco del acompañamiento al caso emblemático de Mitú y con el apoyo del proyecto de la REPAM Colombia (Red Eclesial Pan Amazónica), financiado por Cáritas Alemana, se llevó a cabo el segundo espacio de formación a las comunidades afectadas por la minería a gran escala . Esta jornada se enfocó en formación para fortalecimiento organizativo, derechos étnicos, saberes ancestrales, gobernanza y derecho a la consulta previa en las comunidades de Timbó, Murutinga, Bogotá Cachivera y Villa Fátima, pertenecientes al Gran Resguardo indígena del Vaupés.
Bajo esta línea, las acciones que ha adelantado la REPAM Colombia y el equipo de Incidencia del Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombia, van dirigidas a reforzar la capacidad de autogobierno de los pueblos indígenas ante situaciones de riesgo, como el ingreso de economías externas que contradicen las formas tradicionales de uso del suelo, que tienen los pueblos indígenas.
Ante esta problemática, y a partir de las reflexiones construidas con las comunidades indígenas en los días de visita, se evidenció que el conocimiento ancestral, la autonomía y los derechos sobre el territorio, garantizados por el Estado colombiano y con los que cuentan los pueblos indígenas, son fundamentales en la defensa de la naturaleza y las formas de vida presentes allí.
“Mire no más afuera, al blanco; que un vendaval, que el humo; que lo otro (contaminación) es por lo que ellos están explotando de manera irrazonable e irresponsable. Todas estas son cosas que tienen vida y cobran vida. Entonces es muy importante la parte tradicional para conservar la naturaleza”: Javier, líder de la comunidad de Murutinga.
“La gente tiene que solicitar y socializar qué es lo que quieren hacer o con qué documentos quieren llegar a pisar nuestro territorio. Ellos no pueden llegar a imponer, porque nosotros somos autónomos”: Líder comunidad Timbó.
Tal como lo expresa Javier, actualmente nos encontramos bajo un contexto socioeconómico en el que la naturaleza es vista como un recurso disponible para el mercado y el desarrollo de las naciones, sin tener en cuenta la sostenibilidad social, económica y ecológica de los territorios y los pueblos que lo habitan. Luego, se hace visible que la conservación del bioma amazónico debe comenzar por el reconocimiento de la labor milenaria que los pueblos indígenas han realizado en la defensa y la preservación de la naturaleza a través del conocimiento ancestral y las formas de ver y hacer uso de los recursos.
“Los saberes ancestrales son transmitidos por nuestros abuelos, por nuestros ancestros; esto permitió que no aceptaran el ingreso de gente con intenciones extrañas al territorio. El territorio, a su vez, es la herencia que nos dejaron nuestros abuelos. Esto significaba poder, ahora, nosotros estamos perdiendo ese poder”.
Así pues, es necesario adelantar acciones que acompañen a los pueblos indígenas en la defensa del territorio como la identificación de problemas existentes a nivel interno de las comunidades, la pérdida de unidad, de diversas prácticas y saberes culturales, además, de la escasez de elementos de justicia propia.
“Nosotros debemos blindarnos para poder defender nuestros derechos, porque si no nos blindamos, es muy fácil que el blanco diga, bueno, pero ¿qué tienen ustedes?. Si nosotros decimos: tenemos este territorio, estamos organizados de esta manera, tenemos el saber ancestral, estos jóvenes cumplen esta función, las mujeres cumplen su función, cultivamos de esta manera. Ahí, sí, el blanco va a decir: sí ellos tienen, están defendiendo su territorio”.
El acompañamiento que se realiza desde la REPAM Colombia, el equipo de incidencia del SNPS, la Pastoral Social local, regional y nacional, ha contribuido a que los líderes de las comunidades indígenas fortalezcan sus herramientas para la toma de decisiones que pueden llegar a afectar a sus comunidades y al buen vivir. Sirve también para fortalecer el autogobierno y la preservación de las prácticas culturales de los pueblos indígenas.
“Tenemos aliados como Pastoral Social que es un apoyo para la defensa del territorio. Gracias a ellos, porque están pendientes de las comunidades: por ejemplo, ya íbamos a firmar un día y el padre dijo “antes de firmar conozcan”… ahí paramos nosotros porque nosotros no sabíamos nada. Queremos que la institución nos apoye más. Si Pastoral no hubiera llegado en nuestro territorio hace rato estos territorios se hubieran perdido”.