Retos de la Iglesia Católica colombiana en medio de la pandemia
Hasta mediados del mes de marzo los católicos pudieron asistir a los templos para celebrar la Santa Eucaristía, puesto que los primeros casos de contagio del Covid-19 empezaban a ser noticia en los medios de comunicación del país. Con las medidas de aislamiento preventivo tomadas por las alcaldías municipales y el Gobierno Nacional, las parroquias y Diócesis optaron por llevar a cabo las misas a través de medios digitales como las redes sociales.
En entrevista con BluRadio a cerca de la pandemia y los impactos que ha dejado en la sociedad, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana, aseguró que “la Iglesia en Colombia ha reforzado todo su accionar en favor de las comunidades y poblaciones más vulnerables. También tenemos un desafío interno que es la necesidad de atender el derecho de las personas a recibir la Santa Eucaristía, por hemos unido todos los esfuerzos para hacerlo por otros medios”.
Aunque la Iglesia ha buscado diferentes alternativas para que los feligreses puedan seguir sintiendo el acompañamiento espiritual, monseñor Henao afirma que la población sigue con la necesidad del encuentro en comunidad, ya que la pandemia afecta de una manera muy profunda no solo el aspecto económico, físico y mental, sino también espiritual. Es por ello que, a través del Ministerio del Interior, la Conferencia Episcopal de Colombia presentó ante el Gobierno los protocolos para una reapertura de las iglesias como parte del plan piloto en lugares donde no se han presentado casos de Covid-19.
Así como todos, la Iglesia Católica también ha padecido a nivel económico a causa de la emergencia sanitaria. En estos tiempos cada donación que se recoge, ya sea material o en efectivo, las 75 Diócesis del país la destinan para la ayuda humanitaria que están brindando en las zonas más vulnerables de las regiones.
“Debemos mantener la nómina de personas que laboran con la Iglesia porque no queremos ahondar las problemáticas económicas que están teniendo, no queremos lanzar a situaciones de pobreza a las personas que nos han venido ayudando con su trabajo. Por eso hacemos un esfuerzo muy grande, pero necesitamos de la solidaridad y generosidad de la gente para poder enfrentar este desafío”, expresó monseñor Héctor Fabio Henao.
Cada Diócesis tiene dificultades de acuerdo a su ubicación geográfica, por ejemplo, las que se encuentran en el Amazonas o departamentos como el Chocó y Cauca, han tenido que enfrentar temas como la pobreza extrema y el conflicto armado interno, sin embargo, las parroquias siempre han seguido su labor incluso cuando las circunstancias son complicadas. Esta vez no es una excepción.
La Iglesia Católica también hizo una solicitud al Gobierno Nacional para ayudar a aproximadamente 60.000 familias necesitadas en Colombia que fueron identificadas y priorizadas por medio de las parroquias.
Para monseñor Héctor Fabio Henao, “el mundo y Colombia no volverán a ser los mismos, pero la solución de todo esto está en nuestras manos. Nosotros eso que le solicitamos al Gobierno no es para nosotros, es para las comunidades más vulnerables”.