El pasado 21 de noviembre se realizó en Turbaco, Bolívar, la Mesa de Pesca y Acuicultura, organizada por la Corporación Desarrollo y Paz Canal del Dique y Zona Costera. Este espacio reunió a pescadores, mujeres líderes, acuicultores, instituciones públicas, empresas privadas y organizaciones de la sociedad civil, con el propósito de dar seguimiento a los compromisos previos y plantear nuevas acciones para fortalecer las actividades pesqueras y acuícolas en la región.
El evento inició con conferencias clave, entre las que se destacaron el Plan de Ordenamiento Productivo de la Acuicultura para especies de consumo humano (Tilapia, Trucha, Cachama y Camarón de Cultivo) y el Ordenamiento de la pesca alrededor de la gobernanza del agua. Posteriormente, los participantes se dividieron en tres mesas de trabajo. La primera abordó el Plan de Ordenamiento Productivo para especies de consumo humano, la segunda se enfocó en las buenas prácticas comunitarias para la pesca y acuicultura en el territorio, y la tercera trabajó en torno al ordenamiento de la pesca desde la perspectiva de la gobernanza del agua.
El Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana (SNPS-CC) , a través del proyecto Seguridad Alimentaria y Desarrollo Rural (SADERII), presentó sus experiencias en los territorios, destacando el trabajo integral realizado desde lo personal hasta lo estructural, con componentes ambientales, sociales y económicos. Además, se socializó la experiencia de la Sala de Manejo de Productos Piscícolas San Pedro, ubicada en Caquetá, que ha permitido mejorar la organización, el manejo y la proyección de los productos piscícolas en la región. En este contexto, también se abordaron las buenas prácticas comunitarias como un eje central para fortalecer la pesca y la acuicultura en beneficio de las comunidades locales.
El encuentro también permitió resaltar la importancia de los saberes locales como una herramienta clave para orientar las decisiones en torno a la pesca y la acuicultura. Los conocimientos de las comunidades y su conexión con el territorio se reconocieron como el motor para impulsar acciones más articuladas y efectivas que respondan a las necesidades reales de las poblaciones.
Desde hace más de diez años, esta mesa se ha consolidado como un espacio de construcción colectiva que articula a distintos sectores del territorio en busca de una convivencia armónica y de procesos que beneficien a las comunidades locales. Según los organizadores, estos encuentros permiten acercar a los diferentes actores y fortalecer los lazos de trabajo conjunto, esenciales para generar bienestar y desarrollo en el territorio.
Por: Tatiana Avendaño Cuesta.