El corregimiento de Rionegro, en el municipio de Puerto Rico, Caquetá, fue el escenario del Taller de Fortalecimiento de Capacidades Técnicas para la Incidencia Social y Productiva, realizado los días 24 y 25 de noviembre. Este espacio, liderado por el proyecto Manejo Sostenible de la Tierra del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana, con el apoyo de Cáritas Noruega, convocó a 54 participantes, entre líderes y lideresas de comunidades afrodescendientes, con el propósito de generar herramientas que les permitan transformar su territorio desde la organización comunitaria y el desarrollo sostenible.
El taller, desarrollado en articulación con la Secretaría de Desarrollo Municipal y la Alcaldía de Puerto Rico, abordó temáticas clave para el fortalecimiento de las capacidades de las tres organizaciones afrodescendientes legalmente constituidas en la región: ONEPAZ, Construyendo Territorio y Luter King. Estas asociaciones representan a una población afrodescendiente de 1.043 personas, aproximadamente el 3,7% del total municipal, con presencia en zonas rurales como Rionegro y la cabecera urbana de Puerto Rico. Es importante destacar que estas comunidades forman parte de los habitantes de la Amazonia colombiana, un territorio reconocido no solo por su riqueza natural, sino también por la diversidad cultural que en él converge.
Durante el encuentro, se socializó y analizó el marco normativo colombiano con enfoque afrodescendiente, destacando la Ley 70 de 1993, que reconoce y protege los derechos de las comunidades negras, raizales y palenqueras. Además, se profundizó en la importancia de los consejos comunitarios, la gestión de los territorios colectivos y la necesidad de garantizar el acceso a la tierra como elemento fundamental para el desarrollo integral de las comunidades afrodescendientes. Este ejercicio permitió a los participantes comprender las herramientas legales disponibles y fortalecer su capacidad de incidencia en las decisiones que afectan sus derechos y su territorio.
El contexto de este taller resulta crucial en un municipio donde la población afrodescendiente ha enfrentado históricamente desafíos relacionados con el acceso a derechos, la participación política y el reconocimiento cultural. Según líderes locales, la articulación con el gobierno municipal y entidades como Cáritas Colombiana ha sido fundamental para avanzar en procesos de transformación social, asegurando que las voces de las comunidades afrodescendientes sean escuchadas y sus derechos respetados.
En una región como la Amazonia, donde la riqueza natural convive con retos históricos y sociales, es indispensable que sus habitantes se conviertan en guardianes de la vida, la cultura y la justicia. Este taller no solo dejó capacidades fortalecidas, sino también la convicción de que proteger el territorio y a sus comunidades es un deber ético que beneficia tanto a quienes lo habitan como al bienestar de toda la humanidad. Estas iniciativas reafirman que el desarrollo no puede entenderse sin el respeto por la diversidad cultural y la corresponsabilidad en el cuidado de la Casa Común.
Por: Tatiana Avendaño Cuesta.