La Amazonía y sus gentes en la Cumbre de Presidentes y la declaración Belém do Pará, Brasil, 2023

29 Sep 2023

Trabajar de la mano de las personas en los territorios, ser testigos de cómo construyen comunidad día a día a pesar de los obstáculos que se presentan por violencias estructurales como la pobreza, la desigualdad y el conflicto armado en Colombia, hace que las expectativas frente a grandes acuerdos políticos se conviertan en espacios de oportunidad de cambio y de apoyo real de los gobiernos para cambiar realidades. Con esta lente, de esperanza en la posibilidad de construir un espacio de vida digna y en equilibrio con la naturaleza, analizamos la declaración de Belém, firmada por los ocho presidentes de la cuenca Amazónica, en el marco de la Cumbre Amazónica.

Como se ha explicado en artículos anteriores: https://caritascolombiana.org/la-cumbre-amazonica-de-los-presidentes-y-su-inicio-en-leticia-amazonas-2023-una-sintesis-desde-la-participacion-como-parte-de-la-sociedad-civil-de-caritas-colombiana/ , https://caritascolombiana.org/wp-content/uploads/2023/08/Boletin-REPAM-Colombia-edicion-9-of_compressed.pdf, la Cumbre de los presidentes, fue convocada por la iniciativa de los actuales presidentes de Colombia y Brasil, quienes dentro de sus agendas de gobierno tienen como interés particular reducir la deforestación en este bioma. Así, la primera parte de la Cumbre realizada en Leticia, Colombia, durante el 7 y 8 de julio de 2023, tuvo la intención de construir información “técnico-científica” para tener insumos que nutrieran la declaración.

Ha pasado un poco más de un mes desde la declaración de presidentes amazónicos, y a partir de la lectura y escucha de diferentes reflexiones, desde el Programa Global: Nuestra Amazonía, territorio de vida, presentamos nuestras consideraciones sobre los dos espacios y la declaración final de esta Cumbre. Así, hemos analizado varios puntos que consideramos importantes para lograr éxito frente al propósito de evitar al punto de no retorno que es uno de los principales objetivos de esta Declaración: https://petro.presidencia.gov.co/Documents/230809-Declaracion-Presidencial-con-ocasion-de-la-Cumbre-Amazonica.pdf), entre otros objetivos de gestión de la gran Amazonía.

Primero, es necesario resaltar y valorar la iniciativa de dialogar y crear acciones conjuntas para el manejo de la Amazonía, lo cual responde al entendimiento de este ecosistema como una continuidad que no se rige por los límites o fronteras humanas. Es un primer paso para avanzar, inicialmente, cooperando entre gobiernos, para llegar a metas conjuntas; sin embargo, la conclusión rápida de estos espacios es que la Declaración es insuficiente.

Aunque la Declaración se queda corta frente al reto de administrar este ecosistema, también aplaudimos temas que se expusieron que y hacen parte de los objetivos de la OTCA, tales como poner de presente que la Amazonía es un espacio diverso en el que el papel de las mujeres y los jóvenes determinante, la voluntad de reestructurar la OTCA en función de las necesidades y el contexto actual de la Amazonía, e intentar articular entre gobiernos para manejar de manera conjunta recursos como el agua, en un ecosistema que no tiene fronteras y límites físicos.

Dentro de las falencias de esta declaración se destacan varios puntos. En un principio, se tiene la impresión de que varios de los temas tratados en Leticia en junio no tuvieron mayor repercusión en la Declaración final, ni los diálogos departamentales que realizó el Ministerio de Ambiente, una semana antes de la cumbre en Belém. Por ejemplo, en Leticia se abordó la gobernanza de las comunidades y los pocos representantes de comunidades dejaron clara la necesidad de participar activamente en la formulación, desarrollo y seguimiento de las inversiones de cooperación y dineros nacionales sobre sus territorios, sin embargo, nada de esto quedó en el documento final.  En el punto 35 se hace un fuerte llamado a la cooperación internacional para la financiación frente a la acción climática en la Amazonía, de forma general, dejando por fuera esta forma de gobernanza que reclama la sociedad civil.

Por otra parte, se plantean formas de combatir la ilegalidad en la Amazonía, haciendo seguimiento y actuando frente a “los crímenes transnacionales” que incluyen acciones que contribuyen a la deforestación y degradación de la Amazonía tales como la minería ilegal, la tala ilegal, el narcotráfico, entre otros, mediante la instalación de un Centro de Cooperación Policiaca Internacional de la Amazonía, con sede en Manaos. De esta intención, queda el sin sabor de que a pesar del interés en parar las actividades ilegales que afectan la Amazonía no hay una posición clara y fuerte sobre la instalación de actividades económicas legales de gran impacto como la minería, la agroindustria, los hidrocarburos o la construcción de gran infraestructura en la Amazonía. Este último punto, sobre las economías extractivas y la construcción de infraestructura a gran escala, son temas que la sociedad civil y en el caso particular del Programa Global en Brasil, son gran de interés, ya que han exigido una posición a favor de los derechos de las comunidades a vivir en sus territorios, a permanecer y no compartir sus territorios con industrias, para mantener y conservar el ecosistema selvático que es su hogar.

Fotografía. Manifestación sociedad civil durante Diálogos Amazónicos contra la explotación de petróleo, agosto 2023. Cortesía Cáritas Brasileña – Norte 2.

En cuanto a la representación de la población actual en la Amazonía, reconociendo la preminencia de las comunidades indígenas amazónicas, en la declaración no se habla claramente sobre el rol de las comunidades negras, quilombolas y campesinas dentro de la Amazonía, cuando como lo dice un documento entregado por REPAM, AMA y FOSPA[1], solo el 4,6 % de la población de este bioma se reconoce como indígena. Desde el Programa Global hacemos un llamado a los gobiernos locales e internacionales, a reconocer las poblaciones no indígenas que viven en la Amazonía, ya que evitar llegar al punto de no retorno y salvaguardar esta cuenca solo será posible si se trabaja de manera conjunta con quienes habitan y están día a día enfrentando las violencias estructurales que tienen en riesgo la Amazonía.

La Declaración tiene 113 puntos, que tratan temáticas diversas como el acceso a salud, la creación del foro de ciudades amazónicas, un foro de comunidades indígenas y locales amazónicas, acciones relacionadas con atención a salud, educación, innovación, investigación… Que quedan por fuera de esta reflexión. Sin embargo, todos estos temas no se trabajaron con las comunidades que tienen en su experiencia soluciones más apropiadas y de largo plazo que podrían cambiar sus vidas y la de la Amazonía.


Documento “El destino de la Amazonía es el destino de sus pueblos” – FOSPA, REPAM, AMA; pág. 5. https://asambleamundialamazonia.files.wordpress.com/2023/05/propuestas-para-la-cumbre-de-presidentes-de-la-amazonia.pdf  2023.

Finalmente, existe una sensación en algunas organizaciones de la sociedad civil amazónicas de exclusión, de haber sido utilizadas para popularizar una Declaración hecha sin gente. Así, no se sienten escuchadas ni representadas en la Declaración, como se ha expresado en diálogos entre integrantes de FOSPA Colombia[1]. Dicho esto, reiteramos nuestra posición, para que las voces desde la experiencia en los territorios, plural y diversa sea la base de cualquier acción en la Amazonía. La Amazonía se salva fortaleciendo las comunidades, su territorialidad, su gobernanza y acceso a medios para tener vidas dignas. La selva es humana y su humanidad tiene que dignificarse, legitimarse y acompañar, solo así, todas las promesas de inversión y cooperación, lograrán tener algún éxito. ¡Actuemos con la gente y para la gente en la Amazonía!


Se pueden leer en: https://censat.org/cumbre-amazonia/

Por: Alejandra Velásquez Díaz.

Especialista temática jr. Incidencia

Programa Global: Nuestra Amazonía, territorio de vida.

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