Iglesia reitera llamado a la solidaridad y lucha contra el hambre
En el contexto del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra este lunes 16 octubre, la Iglesia Católica en Colombia reitera el llamado a volver los ojos hacia los más vulnerables, entre los que se encuentran aquellos que padecen el flagelo del hambre, la malnutrición, la desnutrición y los problemas asociados.
Una preocupante realidad se teje entorno a las condiciones de vida de millones de personas que no cuentan con suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa. Según el informe ‘El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2015’ de la ONU, el hambre afecta a cerca de 795 millones de personas en el mundo.
En el país, cifras de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (ABACO), a partir de la Encuesta Nacional sobre la Situación Nutricional. ICBF, 2010, “El 42,7% de los hogares se encuentran en inseguridad alimentaria, lo cual significa que no pueden acceder a la cantidad y calidad de alimentos necesarios diariamente para llevar una vida saludable”.
Bajo este panorama, la Iglesia Católica se esfuerza cada día en contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades. En este sentido, a nivel parroquial y diocesano, ha liderado la conformación de Bancos de Alimentos, centros de atención a población vulnerable, ollas comunitarias, comedores parroquiales, etc. No obstante, la complejidad del fenómeno implica ajustes estructurales a nivel social, político, económico y ambiental.
Ante este desafío, retoma vigencia las palabras de San Juan Pablo II en la Carta Encíclica Redemptor hominis, 1979, n. 16., al señalar:
“La amplitud del fenómeno pone en tela de juicio las estructuras y los mecanismos financieros, monetarios, productivos y comerciales que, apoyados en diversas presiones políticas, rigen la economía mundial: ellos se revelan casi incapaces de absorber las injustas situaciones sociales heredadas del pasado y de enfrentarse a los urgentes desafíos y a las exigencias éticas. Sometiendo al hombre a las tensiones creadas por él mismo, dilapidando a ritmo acelerado los recursos materiales y energéticos, comprometiendo el ambiente geofísico, estas estructuras hacen extenderse continuamente las zonas de miseria y con ella la angustia, frustración y amargura…». «No se avanzará en este camino difícil de las indispensables transformaciones de las estructuras de la vida económica, si no se realiza una verdadera conversión de las mentalidades y de los corazones. La tarea requiere el compromiso decidido de hombres y de pueblos libres y solidarios”.
En este llamado la Iglesia se esfuerza por dar su aporte. Algunos de los frutos de este servicio, que se enriquece con la acción pastoral y evangelizadora propia de su misión, se evidencian en su presencia efectiva y permanente a lo largo y ancho del territorio nacional. Véalos algunos ejemplos.
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En el Atlántico se levanta un puente entre la abundancia y la carencia: El Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Barranquilla cuenta con 229 organizaciones comunitarias a través de las cuales impacta a 42 mil personas, entregando aproximadamente 170 toneladas de alimentos mensuales.
Programa Banco de Alimentos en Armenia: Desde hace 5 años atiende población desplazada, víctima del conflicto, madres cabeza de hogar, niños, ancianos y población venezolana. Entrega alrededor de 120 toneladas de alimentos al año.
Banco Diocesano de Alimento en Pasto: Durante el 2017 ha entregado más de 40 toneladas de alimentos.
Solidaridad manifiesta en Cali: El Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Cali apoya a aproximadamente 47 mil personas con 3.150 toneladas de alimentos.
Adicionalmente la Pastoral Social, en alianza con la administración municipal y la comunidad, atiende 20 mil usuarios en almuerzos diarios. Con la participación de fundaciones de caridad entrega desayuno y cena a 5 mil personas.
Banco Diocesano de Alimentos de Cartago: Entrega al año alrededor de 200 toneladas de alimentos, beneficiando a 2.425 personal mensualmente.
Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, este banco realiza la ‘Colecta Kilo’ en parroquias, instituciones y supermercados. Esta actividad involucra un compartir de almuerzo con 700 habitantes de calle.
En Cúcuta la solidaridad traspasa fronteras: Ante el aumento de colombianos y venezolanos que cruzan la frontera en búsqueda de mejores condiciones de vida, salud, bienestar y trabajo, la Diócesis de Cúcuta decidió abrir la casa de paso “Divina Providencia” ubicada en la Parroquia San Pedro Apóstol en el Sector de la Parada, del municipio de Villa de Rosario, con el objetivo de brindar una ayuda espiritual, pastoral y material a los miles de personas que diariamente llegan a Colombia.
A corte 13 de octubre de 2017, en la casa de paso “Divina Providencia” inaugurada el día 5 de junio, se han entregado 206.410 alimentos gracias a la generosidad de los benefactores, sacerdotes, religiosos, movimientos apostólicos, comerciantes y familias.
Diócesis de Engativá: A través de 68 parroquias atiende aproximadamente 150 familias, entregando cerca de 32 toneladas de alimentos al año.
Banco de Alimentos de la Diócesis de Yopal: Entrega alrededor de 15 mil kilos de alimentos que se brindan a población vulnerable del departamento: víctimas de la violencia, ancianos y beneficiarios del programa Banco Diocesano de Alimentos
Arquidiócesis de Tunja: El Banco Arquidiocesano de Alimentos beneficia a más de 400 familias de las parroquias, en el área urbana y rural.
Apoyo en emergencias por desastre naturales, como la avalancha ocurrida en Mocoa el pasado 1 de abril del 2017: En Mocoa la Iglesia Católica entregó, entre abril y mayo, más de 30 mil litros de agua y 60 toneladas de alimentos a los damnificados, con la ayuda de los voluntarios de la comunidad de diferentes regiones del país.
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PARA TENER EN CUENTA:
En el 2017 el lema de la conmemoración es: “Cambiar el futuro de la migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural.
Con la jornada, ha explicado la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) “se pretende concienciar sobre el desafío migratorio, un problema causado por el aumento de los conflictos y la inestabilidad política, el hambre, la pobreza, la falta de recursos, el aumento de los fenómenos ambientales extremos relacionados con el cambio climático, así como otra serie de problemas que provocan importantes movimientos migratorios”.
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