En el encuentro “Pascua con nuestros hermanos migrantes” la Iglesia Católica Colombiana, define acciones pastorales de Movilidad Humana junto a Panamá y Costa Rica.

22 Mar 2024

Del 19 al 22 de marzo las Conferencias Episcopales de Costa Rica, Colombia y Panamá, se reúnen para conocer la experiencia en la atención humanitaria de cada uno de sus países, los proyectos que se implementan en Movilidad Humana y definir las líneas de acción que le permitirán a la iglesia católica, continuar dando respuesta a las realidades migratorias, que se viven en frontera. Este encuentro promovido por el Dicasterio del Desarrollo Integral, aportará a la situación migratoria compleja que se vive en los tres países.

La zona selvática del Darién, es la extensión que une a Suramérica con Centroamérica, está se ha convertido en un lugar icónico de la crisis, que se vive en este epicentro de flujos masivos migratorios en el que cientos de personas provenientes de Bangladesh, Chile, Haití, Cuba, Ecuador, Nepal, Pakistán y Venezuela, recorren la ruta migratoria en su tránsito hacia los Estados Unidos.


El Tapón del Darién interrumpe la vía Panamericana, una de las avenidas más largas del mundo, su densa vegetación, es la ruta migratoria en la que los migrantes deben atravesar más de 112 km de selva tropical a pie, En medio de esta crisis la que la Iglesia Católica y la Cooperación Internacional, han concentrado los esfuerzos y el apoyo, para respaldar a los cientos de personas que cruzan, expuestas a grandes riesgos en esta selva densa y pantanosa.


En el 2023 más de 523.000 personas atravesaron la selva del Darién de Colombia a Panamá. La Iglesia Católica ha identificado el tema de la Movilidad Humana, como uno de los flagelos en los que se debe liderar una labor humanitaria que permita mitigar el sufrimiento de hombres mujeres, jóvenes, niños y niñas que dejan sus países y corren un alto riesgo en este tránsito, nuestra ayuda ha estado guiada por los 4 verbos impulsados por el Papa Francisco: Promover, Proteger, Acoger e Integrar.


En representación de Colombia participan en el encuentro Pascua con nuestros hermanos Migrantes, Monseñor Mario de Jesús Álvarez, Obispo de Itsmina Tadó, el Padre Leónidas Moreno Gallego de la Diócesis de Apartadó, el director del Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana, el Padre Rafael Castillo y el Padre Arturo Arrieta director de la Pastoral Social de Palmira.

La Iglesia Católica, desde sus direcciones Pastorales, se articula con otras entidades para brindar asistencia humanitaria y proyectos de desarrollo, dirigidos a los migrantes. Durante el 2023 en el Secretariado Nacional de Pastoral Cáritas Colombiana, atendimos a más de 85 mil migrantes, se hicieron más de 71 mil entregas de apoyo humanitario y se dio albergue a más de 12 mil personas. Nuestro apoyo, gira entorno a estrategias de intervención, en diferentes niveles en respuesta solidaria en crisis, en la recuperación del tejido social, proyección y estabilización y el futuro deseado.


Es importante llegar a esta frontera del sur de Panamá para analizar los programas destinados a los recorridos migratorios y las zonas en las que se hace necesario implementar acciones pastorales, que puedan alivianar la pesada carga que llevan los hermanos migrantes buscando una vida mejor. El fenómeno migratorio tiene unas connotaciones y contextos en los que la migración compleja, tiene una larga data entorno a las problemáticas, económicas, sociales, de conflicto y cambio climático, que hacen que en esta época las fronteras se reconfiguren de manera solidaria.

Para el Padre Fabio Baggio Subsecretario de la Sección de migrantes y refugiados del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, la labor de la iglesia, se centra en rodear a las personas y hacer que se sientan parte de una comunidad, aunque vayan de paso, y trabajar para que nadie sea huésped y todos sean miembros de la Iglesia.

En su intervención desde las mesas de discernimiento y análisis en Panamá, el Padre Rafael Castillo Torres, plantea algunos desafíos en los que debe hacer énfasis la Iglesia Colombiana para fortalecer su labor en el trabajo de Movilidad Humana:

  • La formación de agentes pastorales para la movilidad humana
  • La articulación del mapa de actores que trabajan en temas de Movilidad Humana e incidencia.
  • Trabajar para que se reestablezcan los derechos de las personas migrantes sin caer en la revictimización y el asistencialismo.

En su visita en Panamá los representantes de la Iglesia Católica se desplazaron hasta el Campamento Lajas Blancas la segunda parada de los migrantes tras haber cruzado el complejo tapón del Darién. En esta zona varios de los migrantes se quedan en espera para conseguir 60 dólares que les permitan pagar por un cupo en bus que los lleve a la frontera con Costa Rica y seguir su tránsito.

Para el Padre Rafael las personas que cruzan por el Darién no terminan está travesía siendo las mismas, porque se ven afectadas en su dignidad, hay marcas en el cuerpo y en la mente que trae el padecimiento de este camino. Esto nos impulsa a continuar en esta labor como signo de esperanza para mantener la lucha, para que los hermanos migrantes, sientan que el derecho a migrar es un derecho fundamental y que ojalá encuentren ángeles en el camino.

En la visita a lajas blancas los obispos entregaron un mensaje de luz y guía del Papa Francisco, dirigido tanto los representantes de clero como para los migrantes que se encontraban allí “Hermanos y hermanas migrantes, no se olviden nunca de su dignidad humana, no tengan miedo de mirar a los demás a los ojos porque no son un descarte, sino que también forman parte de la misma familia humana y de la familia de los hijos de Dios,”

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