Somos Iglesia
El Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana (SNPS/CC), y las Jurisdicciones Eclesiásticas continúan afrontando la crisis, lastimosamente el número de personas enfermas y fallecidas por el Covid-19 no cesa, igual que el número de personas que se están viviendo impactadas por la crisis social y económica que se exacerbo a raíz de la pandemia. El SNPS-CC continúa implementando la Respuesta Estratégica Institucional ante la Emergencia Social por la pandemia.
La iglesia católica sigue teniendo presencia con el apoyo humanitario a migrantes venezolanos, tanto en tránsito como con vocación de permanencia. Desde los proyectos implementados por el SNPS-CC en el departamento de Norte de Santander, se viene teniendo participación activa, puntualmente en el municipio de Pamplona, en los diferentes espacios de diálogo y concertación que se han organizado por parte de la alcaldía, para la definición de estrategias adecuadas frente a la atención a migrantes venezolanos.
Así mismo, el Banco Diocesano de Alimentos sigue dando continuidad a las acciones de atención humanitaria con entrega de alimentación a migrantes y colombianos en condición de vulnerabilidad que se encuentran en municipios de frontera como Cúcuta y Villa del Rosario, a la vez que se realizan acciones de incidencia para la prevención de enfermedades infectocontagiosas.
Desde el SNPS-CC a nivel nacional se continúa dando respuesta desde los distintos programas de la línea de migración y refugio a través de la ayuda humanitaria, la atención psicosocial, la orientación sociojurídica y el acompañamiento en rutas de protección. Dentro de la intervención, el cuidado de los cuidadores es esencial, es por ello que es importante fortalecer las acciones de autocuidado y autoprotección y reconocer que el desgaste profesional por empatía es un peligro asociado a la atención de personas que han experimentado eventos potencialmente traumáticos. Se reconocen dos posibles manifestaciones: el Burnout y trauma secundario.
El Burnout es un estado emocional de agotamiento físico, emocional, mental y espiritual causado por la disminución de las habilidades para enfrentar el estrés en nuestra vida diaria y un largo involucramiento en situaciones demandantes. Entre sus principales síntomas pueden encontrarse: 1) rechazo a iniciar la semana, 2) poca concentración, 3) percibir los comentarios de compañeros como quejas y 4) reaccionar de manera agresiva o suspicaz ante los problemas. Estas reacciones pueden obedecer a la falta de formación para desempeñar las tareas, el exceso de burocratización a nivel organizacional y el desajuste entre las expectativas y la realidad.
El trauma secundario es absorber y retener el sufrimiento emocional de otros la interactuar con ellos. En coherencia, invitamos a poner en práctica herramientas de autocuidado mencionadas en otros informes para mantener una estabilidad integral que favorezca la vida personal y profesional. Frente a la atención a beneficiarios, es importante focalizar la intervención en los recursos positivos y el aprendizaje de herramientas psicoeducativas, fortaleciendo el camino hacia la independencia funcional con acceso a derechos.
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