Población afectada
Las afectaciones durante la emergencia tanto en lo referente al contagio como a los impactos económicos, sociales y a la perpetuación de dinámicas de violencia y conflicto en lo territorio; ponen a diversas poblaciones en una situación particular de vulnerabilidad. Las mujeres, niños, niñas y adolescentes están expuestas a violencia basada en género, violencias intrafamiliares y distintos riesgos de protección; así mismo los líderes sociales y excombatientes continúan recibiendo amenazas y siendo asesinados por múltiples actores armados. Por la misma vía, la población migrante y refugiada se encuentra en una situación particular de vulnerabilidad tanto en riesgos socioeconómicos, como de protección y psicosociales.
Desde el Programa de acciones de protección a favor de solicitantes de asilo, refugiados, migrantes, apátridas y personas en necesidad de protección internacional, se han identificado distintas situaciones de riesgo a las que se enfrenta la población migrante y refugiada en el marco de la emergencia sanitaria. A través de las asesorías se ha identificado el incremento de abuso de autoridad por parte de la fuerza pública contra personas de nacionalidad venezolana, por otra parte los grupos familiares se están viendo enfrentados a los desalojos de las viviendas al no poder cumplir con los pagos de arrendamiento y no cuentan con acompañamiento o apoyo de las autoridades para garantizar las disposiciones del gobierno nacional al respecto. La violencia basada en género también ha incrementado en los hogares y así mismo, ha aumentado la demanda de atención psicosocial dados los efectos del aislamiento y las condiciones de vulnerabilidad que generan tensiones.
En este acompañamiento se han identificado como principales grupos vulnerables: 1) los niños y niñas que requieren atención especial al presentarse problemas de convivencia familiar, 2) personas con adicciones de diversa índole que han buscado en el alcohol, las sustancias psicoactivas o el juego una forma de afrontar sus dificultades y 3) los dependientes económicos que se encuentran inmersos en dinámicas de control que utilizan como punto de apoyo el cubrimiento de las necesidades básicas y la falta de acceso a fuentes de empleo. La respuesta a estos desafíos parte de la prevención a través del seguimiento a casos y el fortalecimiento de habilidades emocionales, sociales y cognitivas, y la promoción de la dignidad humana; bajo la idea central de que ninguna decisión es libre si pone en entredicho el valor personal. Así mismo, el acompañamiento interdisciplinar para el acceso a derechos y las líneas de atención local también son elementos indispensables para brindar una atención integral de caso. Se recomienda activamente una comunicación activa con grupos de trabajo.