EL AGUA ELEMENTO UNIFICADOR DE NUESTROS TERRITORIOS
Por: Padre Rafael Castillo Torres.
Hoy 22 de marzo celebramos el día del agua como un derecho fundamental del ser humano y desde el Secretariado Nacional de Pastoral social/ Cáritas colombiana, no queremos, que, dadas nuestras opciones desde la comunidad de Tierra y Territorio, esta celebración pase desapercibida. Son muchas las razones que tenemos para celebrar y dar un nuevo impulso a nuestras grandes opciones, como es el reconocer cada vez más la necesidad de articularnos en el cuidado de la Casa Común; de asumirel reto de pensarnos alrededor del agua, principal activo para el desarrollo de muchas de nuestras comunidades; de promover el estudio, conocimiento y aplicación de la Carta encíclica Laudato Sí y de construir una agenda para el cuidado de la casa comúnjuntamente con nuestros gobernantes y empresarios, académicos y tomadores de decisión. Como Iglesia reconocemos, creemos y reafirmamos que el agua que riega nuestra nación es un don de Dios, un derecho humano vital y un Bien Común.
El agua en cuanto plataforma pedagógica tiene elementos racionales y elementos emotivos. Frente a todos los retos que nos ha planteado el cambio climático, ciertamente no nos emociona el anhídrido carbónico… es el agua la que despierta nuestras mayores emociones. Desde esta experiencia cabe preguntarnos: ¿Cómo hacer del agua la plataforma pedagógica que nos reclama la gobernanza del agua?
Pensar al agua nuestra de cada día no solo tiene que ver con el cuidado y la conservación del ambiente, sino también con la construcción de un país para todos, en donde la decisión del manejo y uso de las aguas ha de ser un escenario democrático y equitativo. En la crisis ambiental que vivimos, el agua siempre ha estado presente en las demandas y las denuncias de nuestra gente. Tener aguas con calidad y cantidad suficiente para todos, es fundamental para la paz territorial. Los esfuerzos por la gobernanza del agua nos han dejado una lección: Tanto el agua como la democracia son determinantes para construir una Nación en paz con mayor justicia social y ambiental.
En Colombia el agua es un bien público, es decir, que el Estado tiene la potestad de administrarlo. En términos de su uso, puede ser tanto público como privado, pero el Estado tiene el control y la vigilancia sobre ambos tipos de empleos. En este sentido, las concesiones de agua son el modo de adquirir los derechos de uso del agua en el país, siendo las autoridades ambientales, Autoridad Nacional de Licencias Ambientales y Corporaciones Autónomas Regionales, las encargadas de otorgarlas.
Un signo evidente que estamos viviendo hoy es la forma como la defensa del agua y de nuestros territorios ha puesto en jaque, en diversas ocasiones, una política minero-energética que promueve un uso corporativo de las aguas, que no se preocupa por la disponibilidad de agua para garantizar el líquido vital, los alimentos y la energía a la población, sino para garantizar la rentabilidad de ciertas economías y compañías que venden a los mercados globales y se abastecen de los bienes comunes para sus actividades lucrativas. La defensa del agua y los territorios representa y es para nosotros una disputa por la democracia y por la interpretación de los bienes comunes en un país con tan alto índice de injusticia social y ambiental.
¿Por qué es importante mantener una apuesta por la gobernanza del agua en nuestros territorios?
- Porque el agua es un bien común y no un negocio.
- Porque creemos que su manejo debe estar en manos de las comunidades que trabajan para garantizar la salud en los territorios, exigiendo la responsabilidad del estado de garantizar su derecho a las poblaciones.
- Porque hoy se nos urge una gran movilización por el derecho fundamental al agua como una acción legítima, en contra de toda forma de privatización, mercantilización y acaparamiento de agua en los territorios.
- Porque creemos que todos nuestros cuerpos de agua han de ser un lugar de encuentro para construir paz tanto en las regiones como en toda la nación.
- Porque con el Agua podemos generar riqueza sin afectar nuestros ecosistemas.
- Porque la gran tarea viendo lo sucedido en la Mojana es que nunca más el nivel de vida de la gente siga por debajo del nivel de las aguas.
- Porque tenemos que ser capaces de unir la tecnología del agua con la organización social alrededor del agua.
- Porque el agua tiene mucho que ver con la salud social, la salud institucional y la salud comunitaria. Sin carbón y petróleo podemos vivir, sin agua nos podemos morir.
- Porque tenemos necesidad de construir juntos acuerdos decentes alrededor del agua. Tenemos grandes ríos, dos océanos y un conjunto de Ciénagas, lagunas y caños que son nuestro principal activo. La Nación colombiana es una sola cuenca.
- Porque tenemos experiencias e iniciativas que van dinamizando comunidades alrededor del agua y que poco a poco se han ido constituyendo en un caminito acertado que riega esperanzas.
- Porque hay experiencias significativas que han explorado nuevas rutas que hoy son un camino útil para nuestro territorio.
- Porque los aprendizajes han permitido darle utilidad social al conocimiento que hemos construido desde nuestras experiencias. El conocimiento sobre el agua que no entregamos al otro… la misma agua se lo puede llevar. Hay que regarlo para que sea de todos.