Diócesis de Palmira al servicio de los más vulnerables
El secretariado Diocesano de Pastoral Social de la Diócesis de Palmira continúa ejecutando acciones a favor de las comunidades vulnerables. En medio de la crisis, la Pastoral Social ha manejado varias líneas de trabajo para acompañar a la población más desamparada.
“Nuestra ayuda se ha enfocado en el tema de la seguridad alimentaria, además de los mercados que se han gestionado y se han donado, también se han entregado kits de aseo, se ha brindado apoyo a la población migrante y a los reclusos”, aseguró el padre Arturo Arrieta, director de la Pastoral Social.
En el tema de seguridad alimentaria, son casi 40 mil raciones de comida que se han llevado a diferentes sectores de las zonas vulnerables, incluyendo los migrantes. Al ser parte de la ruta migratoria, Palmira cuenta con aproximadamente 7 mil migrantes con vocación de permanencia que, si bien, algunos han tenido que ir a otras ciudades dada la emergencia sanitaria, expresan su deseo de volver al municipio.
Otra línea de atención ha sido la asistencia a población carcelaria, la cual se ha visto afectada por la crisis a causa del Covid-19, ya que, por ejemplo, no pueden recibir visitas de sus familiares. Dentro de esta estrategia también está la línea que se ha abierto para ayuda espiritual y psicológica, brindando acompañamiento a víctimas de violencia intrafamiliar.
Según el padre Arturo Arrieta, “la atención a los reclusos parte de lo que el Evangelio nos motiva a hacer, es el hecho de que Jesús dice: ‘estuve en la cárcel y me visitasteis’. Cada vez que yo voy a un centro penitenciario me pregunto ¿por qué ellos y no yo? Nosotros no somos ajenos a caer en esa desgracia, por eso, nuestra principal labor es llevarles palabras de esperanzas a estas personas privadas de la libertad. Como Iglesia debemos visibilizar las problemáticas que hay en las cárceles, por ejemplo, el hacinamiento y la falta de rehabilitación, la falta de programas de reinserción social”.
A este grupo poblacional se les ha hecho entrega de kits de aseo, elementos de bioseguridad y, asimismo, el acompañamiento que ha hecho la Iglesia Católica, les ha permitido ser la voz de estas personas que en estos momentos de crisis se encuentran aún más aislados. Estas acciones se han podido realizar gracias al apoyo de las empresas privadas, voluntarios y comunidad en general que se han unido a las campañas de forma solidaria.
“Hemos estado en la cárcel de Palmira, que es de alta seguridad y en los centros que hay de reclusión transitoria que son los tres CAI que hay. Son aproximadamente 500 reclusos beneficiados en el área material (kits de aseo), paralelamente a eso, siempre los invitamos a la esperanza. Nosotros debemos ser trasmisores de esperanza sobre estas personas, recordarles a que pongan su meta en proyectos futuros para que su paso por la cárcel tenga sentido. Ellos están pagando una pena, pero no debemos olvidar, como dice el Papa Francisco, que para que la pena sea fecunda debe tener un horizonte de esperanza”, comenta el padre Arturo Arrieta, director de la Pastoral Social.
Asimismo, la Diócesis de Palmira hace parte del programa “Pueblo de Dios, pueblo de todos, con la que se busca recuperar la identidad del municipio y fortalecer las acciones en la lucha por el hambre.
El objetivo es beneficiar a más de 3.000 familias de los barrios más necesitados de Palmira y municipios cercanos. Gracias a “la olla humanitaria”, la Pastoral Social de Palmira aprovecha para explicar, de forma pedagógica, todos los protocolos de bioseguridad para evitar contagio del virus.
También se les entrega una porción de sopa, se le dan indicaciones a la población sobre cómo prepararla y se les entrega una bolsa de sopa deshidratada para que la puedan disfrutar en su casa y en familia
“Todo lo hacemos a nombre de nuestro Señor Jesucristo, quien es el que nos ha traído esta bendición para compartir con nuestros hermanos que más lo necesitan”, comenta el Padre Arturo Arrieta.