En el marco del inicio del proyecto Reducción del Riesgo de Desastres La Mojana, Catholic Relief Services – CRS (Cáritas Estados Unidos), realizó un espacio de encuentro y diálogo entre Cáritas Perú, Cáritas Ayaviri y Cáritas Colombia en Ayaviri-Perú, con el fin de intercambiar experiencias y apropiar conocimientos que permitan mejorar sustancialmente la calidad de vida de las personas en la subregión de La Mojana en Colombia, comunidades que continúan en situaciones vulnerables por la inundación de la zona, a causa del rompimiento del Jarillón en el sector de Cara de Gato de San Jacinto del Cauca, Bolívar.
La degradación del medio ambiente y el cambio climático aumentan el riesgo de desastres naturales en Colombia y el mundo, provocando sequías, fuertes lluvias, tormentas, crecientes del mar e incendios forestales. Esta situación ambiental no afecta a todas las personas de la misma manera; por tanto, expone a comunidades en zonas periféricas y de conflicto como La Mojana, al desplazamiento, el hambre, inundaciones y otras que vulneran sus derechos fundamentales.
Entendiendo estas realidades, en articulación con CRS y la Iglesia Católica en Colombia (Pastoral Social – Cáritas Colombiana), se formuló el proyecto Reducción de Desastres La Mojana con el objetivo de fortalecer las capacidades en gestión del riesgo y reducción de desastres naturales y antrópicos de las comunidades que habitan estos territorios, a fin de que ellas y ellos implementen planes de acción, preserven sus vidas y se recuperen frente a las situaciones de riesgo que enfrentan y puedan enfrentar en el futuro.
En ese sentido, tomando los aprendizajes y lecciones aprendidas de las Cáritas de Perú, CRS lideró un ejercicio práctico en el taller de inicio del proyecto, en el que participó Tatiana Rodríguez, Especialista Nacional de Emergencias y Yurany Londoño, Profesional Territorial, con el propósito de nutrir la experiencia de Cáritas Colombia y lograr la réplica de estas acciones y saberes en las comunidades que se acompañarán en Colombia, con el apoyo de la Diócesis de Montelíbano. Así, este espacio se orientó hacia la formación en mitigación del riesgo, empoderamiento territorial (para ir más allá de la respuesta y lograr que las personas salgan del círculo vicioso de la pobreza y los desastres), priorizando las necesidades humanas, la promoción de la sostenibilidad del cambio en el tiempo, desde lo social, lo ambiental y lo económico (nuevas fuentes de financiación).
Este encuentro horizontal y de diálogo contribuyó a una conversación conjunta que pone en el centro a las comunidades, para que nuestros procesos siempre estén guiados por la inclusión de todos los grupos sociales en la comunidad, el liderazgo y empoderamiento de las comunidades, y la promoción de la responsabilidad que tienen todas las personas involucradas para que los programas y proyectos respondan radicalmente a la reducción de los riesgos que surgen por los desastres naturales y antrópicos.
Por Alejandra Ramírez Ochoa – Comunidad de Protección SNPS