Diócesis de Palmira: guiados por la generosidad, solidaridad y amor
Teniendo claro que la fe debe reflejarse en actos de solidaridad y amor, el Secretariado Diocesano de Pastoral Social de la Diócesis de Palmira, continúa su labor social con la población migrante venezolana y colombianos en situación de vulnerabilidad. “La Dimensión Social de la Evangelización es parte esencial de la dimensión de la fe del cristiano”, asegura el director de la Pastoral Social Diocesana, el padre Arturo Arrieta.
Desde hace varios años, la Diócesis viene desarrollando acciones humanitarias hacia los más necesitados, es decir, tanto a personas de escasos recursos de Palmira y municipios aledaños, como a población migrante con vocación de permanencia y en tránsito. Asimismo, se trabajan otras líneas como la de soberanía alimentaria, paz y reconciliación, agroecología, etc.
Entra las acciones humanitarias está brindar hospedaje y alimentación a la población migrante. La Diócesis cuenta con el hogar de paso Papa Francisco, lugar en el que las familias que llegan a Palmira con vocación de tránsito, pueden quedarse hasta 3 días. También cuenta con los comedores María Auxiliadora y San Pedro, en donde se atienden a alrededor de 600 personas.
“Un poco antes de que iniciara la crisis, la Diócesis había pensado en el panorama de lo que podía pasar y creamos una metodología hipotética de lo que se podría hacer. Dentro de estas opciones hemos empezado a gestionar unos mercados que hemos llevado puerta a puerta, hemos abierto unas líneas para estas ayudas de alimentos, medicinas y acompañamiento espiritual o psicológico”, afirma el padre Arturo Arrieta.
Gracias al apoyo de la Cruz Roja Internacional, la Organización Mundial para las Migraciones, empresas y personas de buena voluntad, se ha logrado entregar más de 2.500 mercados y diariamente se reparten mil comidas preparadas a personas de bajos recursos. Estas ayudas se entregan directamente a cada familia en su casa y para ello se tienen en cuenta todos los protocolos establecidos para evitar un posible contagio de Covid-19.
La Diócesis también ha entregados kits de aseo a población migrante venezolana, de acogida y colombianos retornados e inició la campaña de donaciones: ‘Es hora de amar más’. A esta iniciativa se unió la Alcaldía Municipal y, posteriormente, teniendo en cuenta el trabajo que ya adelantaba la Iglesia Católica, decidieron implementar esta misma metodología en su campaña de acción humanitaria ante la emergencia sanitaria.
“No hacemos este trabajo como aquel que hace un mercado y sencillamente lo deja ahí sin importar el ser humano. Nosotros además del mercado le llevamos amor a esa persona. En estas situaciones una palabra vale mucho, porque el mercado va acompañado de palabras de bendición. Como Iglesia debemos responder a cada una de las necesidades de los hermanos, indistintamente de su credo, partido político o demás. Debemos llegar a todos porque como lo ha dicho el Papa Francisco, tenemos que descubrir el grito del pobre”, añade el director de la Pastoral Social de la Diócesis de Palmira.
Detrás de todas estas demostraciones de solidaridad y amor, hay un gran equipo conformado por colaboradores de la Pastoral Social, voluntarios, comunidad de la Iglesia Cristiana Evangélica, miembros de la Defensa Civil, Gestión del Riesgo y Cruz Roja. Cada uno de ellos hace posible que muchas familias de Palmira y municipios cercanos puedan recibir estas ayudas.
“Esto que está pasando es un gran signo de los tiempos. Vivamos este momento desde la fe y la esperanza, viendo también que este es un momento para unirnos más como seres humanos, repensar en cómo nos relacionamos con otras personas, con la Casa Común… Es un tiempo de una gran renovación y que debe ser vencido por la generosidad, solidaridad y amor, ese que Dios nos pone en el corazón”, es el mensaje que el padre Arturo Arrieta envía a todas las personas.