Sin justicia social la paz parece lejana: Procurador General
Bogotá, octubre 11 de 2017. En desarrollo del panel ‘La no violencia un estilo de vida’, en el marco del VIII Congreso Nacional de Reconciliación, el Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo, hizo un llamado a la justicia y al diálogo social, donde se supere la estigmatización de quienes defienden los derechos humanos, tienen un pensamiento diferente y reclaman la verdad, la reparación, el acceso a la salud, a la educación, a la tierra para vivir y no morir.
“Las cifras de inequidad son escandalosas, la insolidaridad y la marginalidad siguen siendo los signos que marcan el destino de millones de colombianos, y sin justicia social la paz aparece como un asunto lejano (…) Este congreso es una invitación de la Iglesia a iniciar la reconciliación con fe profunda pero también con realismo político”, puntualizó.
De otra parte, Carrillo se refirió a la necesidad de renunciar a la polarización. “Los valores de la democracia y la reconciliación no pueden entrar en juego”, insistió tras señalar que “más de 8 millones de víctimas reclaman una nueva realidad que les permita sanar las heridas, lejos de la revictimización” y esto requiere entender que “la paz no se construye desde los escritorios sino desde los territorios donde hierve una inconformidad con el Estado y la protesta social se sigue levantando a diario”.
Otros aportes entregados durante el panel en el que también participaron Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro, Obispo Auxiliar del Arquidiócesis de Cali y presidente del Centro de Evangelización de lo Social de la Conferencia Episcopal colombiana; Higinio Obispo, Secretario General de la Organización Nacional Indígena de Colombia, y Roberto Vidal, experto en derecho de las víctimas, abordaron la espiritualidad de la no violencia y la cultura del encuentro; el aporte de la educación para la paz en la reconstrucción del tejido social y las acciones colectivas que contribuyen al diálogo social.
Roberto Vidal, magistrado del Tribunal de Justicia Especial, al referirse al papel de la educación en la reconciliación, destacó la importancia que esta sea transversal involucrando la cultura, la religión, el arte, los diferentes escenarios sociales, para lo que es fundamental ocupar los lugares de público, reconociendo que la construcción de la paz no es un problema individual sino colectivo.