Vicariato de Puerto Carreño al servicio de la vida y la dignidad
El Vicariato Apostólico de Puerto Carreño ejecuta varias acciones con el propósito de evangelizar a través de la Pastoral Social. Su compromiso es con los más necesitados, razón por la que han conformado distintos equipos que se encuentran al frente de las Pastorales de la salud, la educación, los indígenas y los jóvenes.
Las comunidades indígenas de la región son una de las prioridades del Vicarito, actualmente se encuentran trabajando con dos: Roncador y Trompillo, en ellas se viene realizando un acompañamiento con el objetivo es crear planes de vida y considerar acciones de incidencia con el gobierno para mejorar su calidad de vida y el acceso a iniciativas de manera más organizada.
Con el fin de atender a la población migrante, actualmente se ejecuta un proyecto con el Consejo para Refugiados, a través del cual se entregan raciones de alimentos, donde el 80% de los beneficiarios son migrantes y un 20% población colombiana de acogida. En ese mismo sentido, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana, se desarrolla otro proyecto enfocado en migrantes radicados en Colombia, a quienes se les realizan entregas de dinero en efectivo para cubrir sus necesidades básicas.
Así mismo, cuentan con la línea IPA, enfocada en la protección de los derechos humanos. Con ella se busca visibilizar casos específicos de colombianos o venezolanos, donde se viola algún derecho y poder aportar a que deje de ser vulnerado, por ejemplo, personas discapacitadas con necesidad de elementos como sillas de ruedas, caminadores o muletas para mejorar su calidad de vida y no cuentan con los recursos para acceder a ellos.
En Puerto Carreño hay tres comedores comunitarios en los que se brindan diariamente 540 almuerzos, de lunes a viernes, a través de dos parroquias.
La Pastoral Social se ha articulado con varias organizaciones con el fin de tener un mayor alcance de ayuda, una de ellas es Orden de Malta, con quienes han realizado campañas para recolectar medicamentos, elementos para personas con alguna discapacidad y arroz fortificado. Otra de las vinculaciones es a través de familias francesas, que apoyan los talentos de niños y niñas de la región, apadrinando a familias de bajos recursos con aptitudes especiales, no tienen la posibilidad de desarrollarlas, reciben alimento, vestuario y elementos educativos.
A raíz de la actual crisis sanitaria, el departamento de Vichada, señala la Directora de Pastoral Social del Vicariato, ha sido golpeado fuertemente, ya que la mayoría de su población obtenía el sustento de trabajos informales por un pago diario o en el caso de los indígenas, algunos de ellos no contaban con un trabajo, sino que sobrevivían, desafortunadamente, por medio de la mendicidad.
Existe un equipo humanitario local en el departamento, así que desde que iniciaron las restricciones obligatorias de movilidad, desde la Pastoral Social se reunieron y establecieron un plan de acción en el que lograron brindar elementos e información de bioseguridad, mercados, kits de aseo, kits de protección: chinchorro y toldillo, asesorías jurídicas y psicológicas. Estas asesorías han sido uno de los pilares de las acciones ejecutadas en medio de la pandemia, darle a conocer a la gente qué está pasando, muchos de ellos no tienen acceso a medios de comunicación, lo que generó un choque frente a las medidas impuestas, al final, las comunidades indígenas comenzaron a apropiarse de la necesidad de proteger su gente y crearon sus propias medidas dentro de sus comunidades.
Como parte del acompañamiento espiritual, los sacerdotes siguen llevando la comunión a cada una de las personas a sus casas, algunos transmiten la misa por internet y cada día a las 9:00 de la mañana, un Sacerdote a través de la emisora del Ejército, transmite un mensaje de esperanza para la comunidad. “Ellos van buscando maneras también de que se no pierda esa parte que es súper importante, porque esa es la que nos da la esperanza para seguir en este proceso que es bastante difícil” asegura Natalia Ceballos, directora de la Pastoral Social de Puerto Carreño.
“Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?, en estos momentos donde algunas personas no ven salida, lo que tienen que hacer es literalmente abandonarse en Dios, confiados, teniendo fe y esperanza de que Él todo lo tiene planeado, y nosotros estamos en los planes de Él. Vamos a salir de esto, a pesar de la situación, siempre va a haber una mano amiga que esté dispuesta a colaborar. Y también es una invitación a eso: nadie es tan rico que no tenga qué recibir, ni tan pobre que no tenga que dar, entonces apoyar con lo mínimo al vecino, en unión podemos salir adelante de esta pandemia. Empezar a ver la posibilidad de hacer cultivos propios en nuestros hogares para sostenernos, ir sembrando productos básicos como el tomate, cebolla, cilantro y demás, que podrían aportar a sobrevivir a una crisis como esta”, es el mensaje que Natalia Ceballos envía a los colombianos.