Urabá, territorio de convivencia
A través del arte, la cultura, la pedagogía, los procesos productivos y las apuestas de equidad de género, en Urabá se generan acciones, estrategias y herramientas de convivencia, resistencia pacífica y construcción de paz.
En esta ocasión, Apartadó fue el escenario para que líderes y lideresas de organizaciones, colectivos, corporaciones e instituciones educativas, dialogaran frente a sus contribuciones, logros, retos y oportunidades en materia de construcción de convivencia del departamento de Antioquia, esta iniciativa surge desde la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, aportando a su objetivo de convivencia, en asocio con el Secretariado Nacional de Pastoral Social y con la financiación de la agencia de cooperación alemana GIZ.
El proyecto Mapeo de Experiencias, ha contado con dos grandes momentos en Urabá, el primero de ellos se generó con una fase de aproximación en la que se realizaron entrevistas individuales a diferentes iniciativas, que permitió la caracterización y descripción de algunas experiencias significativas; y éste, su segundo momento, con el Taller de Experiencias de Convivencia, un espacio de profundización, frente a la creación, sostenibilidad en el tiempo y consolidación de experiencias, con los que se validará un correlato colectivo sobre los procesos de resistencia que se han generado frente al conflicto armado.
El taller que se realizó el pasado 10 de marzo, contó con la participación de Miladis Córdoba Rivas, Analista de Participación y Pedagogía de la Comisión de la Verdad, Territorial de Urabá, quién manifestó: “En el marco del objetivo de la Comisión, de convivencia, hemos venido identificando unas experiencias de resistencias no violenta que fueron elegidas; con este ejercicio, las iniciativas reflejarán las acciones para proteger toda la población”.
Once experiencias de convivencia significativas, participaron durante la jornada que inició con un ejercicio introspectivo que permitió conectarse con la humanidad de sus protagonistas, posteriormente se sostuvieron diálogos de realidades entre experiencias y finalizó con una Declaratoria de Convivencia en el marco del Taller, en la cual se visibilizaron sus aportes desde cada una de las líneas temáticas. Desde allí fue posible evidenciar que la formación integral, la motivación y promoción de agentes de transformación y generadores de paz; así como, la unión, la memoria y la alegría esperanzadora del futuro, son sus principales contribuciones al proceso de convivencia del departamento.
El taller de Experiencias de Convivencia, además de promover un espacio de intercambio y escucha, fue una oportunidad para el reconocimiento personal y la construcción colectiva entre actores en el territorio, finalmente, con esta información se elaborará un documento que consolide y honre las apreciaciones de los asistentes y aportes por líneas temáticas. Sobre el documento, Viviana Gutiérrez, investigadora cualitativa del Secretariado Nacional de Pastoral Social, anexa “Hay otra verdad que necesitamos honrar y posicionar como país, una deuda social y es dar cuenta y visibilizar lo que han hecho las organizaciones en medio del conflicto armado”.
Por su parte, Luz Marina Gracia, asistente al taller, expresó al final del encuentro: “fue un ejercicio importante, ya que, las diferentes actividades que compartimos, nos llevaron al pasado, nos trajeron al presente, para nosotros mediar al futuro. Esperamos que nos sigan fortaleciendo y que se vinculen más instituciones a estos procesos, que se sigan implementando estas vivencias, para llevarlo al campo personal, laboral y familiar”.
El ejercicio del Mapeo de Experiencias de convivencia seguirá siendo liderado por la Comisión de la Verdad a lo largo del año, tanto en el nivel nacional como en este territorio, con estas y otras iniciativas que contribuyan a la verdad de la historia del país en torno a la convivencia en medio del conflicto.