Los días 12 y 13 de junio de 2025, más de 100 mujeres rurales y campesinas del departamento del Huila se reunieron en la ciudad de Neiva para participar en el Encuentro de Mujeres Rurales y Campesinas del Huila: Tejiendo resiliencia, esperanza y vida digna para el buen vivir y el cuidado de la casa común.
Esta experiencia de formación, escucha y acción colectiva fue convocada por el Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana, a través del proyecto Seguridad Alimentaria y Desarrollo Rural II (SADER), con el apoyo de Cáritas Noruega, y el acompañamiento de la Universidad de La Salle, el Centro de Estudios e Investigaciones Rurales (CEIR), el Semillero de Investigación PazS.O.S. y la Pastoral Social de la Diócesis de Neiva
El encuentro comenzó con una apertura espiritual a cargo del padre Fernando Emilio Álvarez Muñoz, director de la Pastoral Social de Neiva, quien animó a las participantes a seguir siendo guardianas del territorio, sembradoras de vida y protagonistas del cambio desde sus comunidades. A continuación, se llevaron a cabo presentaciones institucionales clave para comprender el panorama actual de los derechos de las mujeres rurales en Colombia, con la participación de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) y del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.




Durante la jornada también se desarrolló un espacio de análisis sobre el Desarrollo Rural y Comunitario con Enfoque de Género, orientado por la profesora Gisela Saldaña, de la Universidad de la Amazonia, quien compartió herramientas conceptuales y prácticas para fortalecer la participación activa de las mujeres en los procesos de organización comunitaria y sostenibilidad territorial.




Con el acompañamiento del CEIR y del semillero PazS.O.S. de la Universidad de La Salle, se desarrolló una metodología participativa para la construcción de una agenda de incidencia pública. En este proceso, las mujeres identificaron y priorizaron problemáticas que afectan su vida diaria: falta de acceso a la tierra y vivienda rural adecuada, escasas oportunidades de educación con pertinencia territorial, brechas en salud y pensión, limitaciones para comercializar sus productos, y la necesidad urgente de una atención institucional integral y descentralizada.
Como resultado de este ejercicio colectivo, se elaboró la Proclama de las Mujeres Rurales y Campesinas del Huila, un documento que expresa la identidad, el sentir, la resistencia y las propuestas de las mujeres del campo. En ella se reconocen como trabajadoras incansables, defensoras del territorio, sembradoras de esperanza, constructoras de paz y pilares de las comunidades. Exigen al Estado mayor presencia, garantía de derechos y acompañamiento para el fortalecimiento de sus proyectos de vida.





El segundo día del encuentro estuvo centrado en la socialización pública de la proclama, compartida y acogida por todas las participantes como un mensaje colectivo que debe ser difundido y respaldado en sus territorios. También se realizó la elección de representantes que llevarán el documento a espacios comunitarios y asociativos del Huila, con el compromiso de ampliar su alcance y fortalecer las acciones de incidencia territorial.



Ese mismo día se compartieron valiosos aportes académicos y sociales en el panel “Visibilizando las brechas de género: una mirada de las resistencias y respuestas desde la academia y el movimiento de mujeres del Huila”, liderado por la profesora Sandra Julie Solano Nivia, de la Universidad Surcolombiana. El doctor Dustin Gómez, de la Universidad Agustiniana, presentó reflexiones sobre los desafíos actuales del desarrollo rural y la economía campesina, y la funcionaria pública Victoria Castro compartió los avances de la Comisión de Género, destacando la urgencia de garantizar la participación activa y protegida de las mujeres rurales en los procesos comunitarios y políticos.




El encuentro cerró con un profundo sentido de esperanza y compromiso. Las mujeres reafirmaron su voluntad de seguir caminando juntas, organizadas, visibilizando sus luchas y fortaleciendo sus procesos desde la base. La proclama será una herramienta viva para la acción y la transformación, no solo un documento, sino una expresión de su dignidad, fuerza y liderazgo.
Desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana, junto al proyecto SADER II, renovamos nuestro compromiso con el acompañamiento integral a las mujeres del campo colombiano, reconociendo su inmenso valor en la construcción de paz, la defensa del territorio, la soberanía alimentaria y el cuidado de la casa común.
Tejer juntas es sembrar esperanza, y sembrar esperanza es transformar la vida.






Por: Tatiana Avendaño Cuesta.