Niños, niñas y adolescentes como actores de paz
El pasado 12 de febrero se realizó el conversatorio “Los derechos de la niñez y adolescencia afectada por el conflicto armado: un compromiso de todos” un encuentro entre niñas, niños y jóvenes víctimas del reclutamiento y otros hechos victimizantes de la violencia armada, con personas servidoras públicas, organizaciones de la sociedad civil y la cooperación internacional.
El objetivo fue presentar recomendaciones a las entidades competentes sobre el diseño, implementación y seguimiento de políticas, planes y programas de protección a la niñez y adolescencia a nivel local, regional y nacional, teniendo presente las voces de la niñez afectada.
El conversatorio se dio como parte del proyecto “Comunidades para la Paz”, el cual se viene implementando desde el 2017 en los departamentos de Cauca, Meta, Chocó y Norte de Santander con el objetivo de disminuir las afectaciones que ha dejado el conflicto armado en los menores, y el reclutamiento de jóvenes que se encuentran en riesgo por la violencia de grupos al margen de la ley.
La apertura del evento la dio Monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana. “Nosotros sentimos la obligación de trabajar permanentemente en una plan de construcción de paz, porque hoy el país tiene el desafío de avanzar y profundizar en ese tema. No aceptamos la intimidación de las comunidades, de las ciudadanas y ciudadanos en función de ningún interés”, aseguró Monseñor durante su intervención.
En el primer panel los protagonistas fueron seis jóvenes provenientes de los departamentos de Cauca, Meta y Chocó que no solo hablaron de cómo el conflicto armado ha afectado sus territorios y sus vidas, sino también de cómo ellos trabajan por cambiar su entorno siendo líderes en sus colegios y comunidades.
Para Ángel, de Chocó, “el conflicto no has afectado mucho, ahí es donde conocemos lo que son las drogas, y para conseguirlas muchos niños deciden entrar a grupos armados. Por eso yo quiero un país libre, donde pueda estar sin miedo, dónde no hayan muertes a causa de otra persona, un país donde haya apoyo, felicidad… Un país donde no haya miedo”.
En este espacio también se reflexionó sobre cómo la violencia afectaba de forma distinta a hombres y mujeres. “No más violaciones sexuales, la mujer es sinónimo de paz, de templanza, de cariño. Hoy existimos muchas mujeres que luchamos por nuestros territorios. Los niños, niñas y adolescentes somos el presente la construcción de un futuro”, agregó Linda Karina, del departamento de Meta.
Libre expresión, educación de calidad, entornos seguros, no discriminación, no violencia sexual, física o psicológica, no a las drogas y no a la intimidación, fueron las conclusiones de este primer palen moderado por Lars Bredal, delegada de la Unión Europea, quien afirmó que “los niños no deberían ser parte de la guerra, los adultos tampoco. Los jóvenes que tenemos hoy aquí son los líderes de hoy, del presente y futuro”.
El segundo panel se centró en cómo desde la institucionalidad se trabaja la construcción de paz, es por ello que este espacio estuvo conformado por representantes de diversas organizaciones: Secretariado Nacional de Pastoral Social /Cáritas Colombiana, Corporación Somos Más, Universidad de los Andes, Fundación PLAN y Ciprunna.
Ante ese interrogante clave, Rosa Inés Floriano, especialista del SNPS/CC, comentó que “tenemos la posibilidad de escuchar siempre a los territorios porque tenemos una presencia permanente. Queremos que los niños, niñas y adolescentes tengan su voz propia. Nuestro trabajo es construir condiciones para la paz”.
Escuchar la voz de los jóvenes, mayor incidencia territorial, sanar heridas y seguir resolviendo temas de crisis del conflicto mientras se piensa en ser más estratégicos para atender estas situaciones, fueron las conclusiones de este último panel.
Culminando el evento la embajadora de la Naciones Unidas, Patricia Lombart, se dirigió a los niños, niñas, jóvenes y asistentes en general sobre la importancia de la paz. “Queremos trabajar con todos aquellos que quieren construir paz, con todos aquellos que se reúnen para ver cómo desde las regiones o departamentos pueden aportar su granito de arena”.
“Comunidades para la paz” ha llegado a más de 12 mil niños, niñas, adolescentes y núcleos familiares afectados por la violencia armada, a quienes se les ha ayudado a generar condiciones que contribuyan a la construcción de entornos protectores, incluyentes, innovadores y participativos.
“Este proyecto nos ha enseñado a atrevernos a actuar, no esperar a que nos llamen, sino buscar apoyo y ejecutar iniciativas para lograr un cambio en el país. Levantemos nuestras voces, comencemos a actuar, no necesitamos ser mayores de edad para hacernos escuchar”, puntualizó Angie, de Chocó, y quien fue embajadora de la Unión Europea durante un día.