Nereyda Quintero, una mujer que supo romper las limitaciones sociales
Nereyda Quintero Anteliz, una mujer del corregimiento de Banco de Arena, en Cúcuta (Norte de Santander), demuestra que solo hace falta tener disposición para trabajar en equipo y buscar el beneficio para la comunidad entera y no solo para ella. Actualmente dirige la Red de Jóvenes, apoya la Asociación de Mujeres y es edil de la comuna 12 del corregimiento, todo esto gracias al apoyo de la gente que no solo votó por ella, sino que fueron quienes la animaron a postularse. La confianza de su comunidad la anima permanentemente y la reta a no rendirse y no fallarles.
A lo largo de su vida, Nereyda ha sabido aprovechar cada espacio o escenario de aprendizaje que le ayuda a seguir mejorando su labor como lideresa en su comunidad y formando a otras personas, pues para ella, una de las mejores cosas que puede hacer un líder es transmitir sus conocimientos.
“Lo que hago por mi comunidad es dar de lo que sé, de lo que he aprendido gracias a mis experiencias y a los escenarios donde me han permitido participar. Lo que hago es transmitir, porque compartir conocimiento es lo que hace crecer a un territorio, y es lo que me ha permitido crecer a misma, porque no solo doy, sino que también recibo”, afirma esta lideresa que desde muy pequeña fue impulsada y apoyada por su madre, quien en algún momento de su vida también tuvo este rol y hoy es su mayor inspiración.
Para ella, esa es la clave de ser lideresa: aprender, mejorar, crecer y ayudar a que muchas más personas también lo hagan. Que su voz sea la de toda una comunidad que trabaja para alcanzar unos mismos objetivos. Liderar es encontrar las necesidades de su territorio y reconocer los talentos de cada uno de sus pobladores tiene, para así “fusionarlos” y conseguir mayores beneficios.
“Mi proceso para convertirme en lideresa vino a través de una invitación que le hicieron a la comunidad y que, como dice la Biblia: “muchos son los llamados, pocos los escogidos”. Realmente pensé que no me iban a aceptar porque decían que era solo para personas de 35 años, pero mira, fui y ahí comencé a ser la lideresa que soy ahora”, asegura Quintero Anteliz haciendo referencia a la convocatoria para la postulación de ediles. Este proceso le ha permitido conocerse, descubrirse, transformarse y querer ayudar a quienes más lo necesitan.
“Realmente yo no quiero fallarle a mi hija porque me está viendo y está siguiendo mis pasos, ni tampoco a la comunidad porque cuando ellos me decían que yo fuera edil, me decían: no queremos que tú seas como tales personas, como esos que han dejado abandonada a su comunidad. Entonces mi reto siempre ha sido no fallar y si algún día lo hago, que mi Dios me ayude. Sé que no puedo tener a todos contentos, pero ellos esperan que uno muestre cosas buenas y nuevas acá, ellos quieren ver la construcción de algo pero que sea juntos, que digan: esto lo hicimos todos… porque así suena más bonito”, puntualizó esta lideresa.
Como todo trabajo, este también tiene su recompensa, que en este caso es muy personal, pues para Nereyda, lo mejor de ser lideresa es que gracias a su labor se pudo dar cuenta de todo lo que podía lograr y cómo podía ayudar, incluso, dando ejemplo a otras personas. Uno de los días que más ha marcado su vida fue cuando en medio de una reunión, pidieron que sacaran un papel y escribieron allí el nombre de la persona que daba ejemplo en la comunidad, para su sorpresa, la mayoría de papeles tenían escrito su nombre.
El mensaje que ella le envía a todas las mujeres del país es luchar siempre por alcanzar sus sueños y metas. “A veces por tener un hogar con hijos, las personas lo quieren limitar a uno diciendo que uno no puede alcanzar esos sueños o ayudar en una comunidad porque primero está la familia… pero si nosotras nos organizamos podemos alcanzar nuestras metas, incluso, trabajar junto a nuestra pareja. Y para esas mujeres que están solas, no lo miren como una limitación, al contrario, deben apropiarse y empoderarse porque tiene la disponibilidad de tiempo. Nada ni nadie nos puede opacar, porque dese la creación del mundo hemos tomado el liderazgo en ciertos contextos y porque podemos lograr lo que queremos”.
Si hay algo que Nereyda Quintero tiene claro, es que la verdadera reivindicación femenina se dará cuando todos y todas seamos capaces de reconocer el valor que tienen las mujeres y su importante papel dentro de sus territorios. Reconocer la sabiduría, paciencia y valor que tienen todas las mujeres en sus diferentes roles y su liderazgo.
Es por eso que desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombia, queremos agradecerle su labor y dar a conocer su historia, para que más mujeres puedan encontrar y reconocer la importancia, valor y poder que hay en ellas.