La Iglesia en Colombia renueva su compromiso con la acción social sostenible y transformadora.

3 Jun 2025

Los directores y directoras de 54 jurisdicciones eclesiásticas de Colombia se reunieron en Bogotá durante dos días para el Encuentro de Acción Social y Sostenibilidad, un espacio de reflexión y construcción colectiva. El encuentro contó con la participación de expertos de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Universidad Gran Colombiana y la Agencia de Desarrollo Rural, quienes aportaron valiosas perspectivas sobre el rol de la Iglesia en los territorios.

En la apertura, Monseñor José Miguel Gómez, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, enfatizó que “la acción social no es un apéndice de la evangelización, sino su expresión concreta”. Retomando las tres etapas del proceso evangelizador, subrayó la necesidad de integrar la dimensión social en toda la labor pastoral.

Por su parte, el P. Mauricio Rey, director del SNPS, presentó datos alarmantes: “El 72% de nuestros proyectos dependen de cooperación externa, lo que nos hace vulnerables ante cambios políticos y económicos”. Esta introducción sentó las bases para los debates posteriores.

El encuentro destacó la credibilidad de la Iglesia Católica como actor clave en las comunidades, donde sacerdotes, diáconos y laicos se han convertido en voceros legítimos de las realidades locales. Estos líderes conocen de primera mano los desafíos ambientales, los impactos del conflicto armado, las desigualdades sociales y las particularidades de las comunidades étnico-territoriales. Su trabajo de articulación con organizaciones sociales, aliados territoriales y entidades gubernamentales fue reconocido como fundamental para el desarrollo integral de las regiones.

Durante las jornadas, las experiencias de las comunidades más vulnerables ocuparon un lugar central. Los directores y directoras amplificaron las voces de las Víctimas del conflicto, mujeres cabeza de familia, adultos mayores, migrantes, jóvenes, campesinos, líderes sociales y retornados. Este diálogo permitió identificar acuerdos, disensos y objetivos comunes, dando como resultado rutas de acción concretas y el intercambio de buenas prácticas entre las distintas jurisdicciones.

La sostenibilidad de la acción social emergió como tema prioritario. Frente a la reducción de recursos financieros, los representantes de las Cáritas diocesanas, coincidieron en la necesidad de superar la dependencia de la cooperación internacional y los fondos estatales. “Debemos fortalecer las capacidades locales y promover la apropiación comunitaria de los procesos”, señaló uno de los panelistas. Esta visión se complementó con el llamado a generar sinergias entre organizaciones eclesiales, sociales, académicas y territoriales que garanticen la permanencia de los proyectos.

El papel de la Iglesia en la construcción de paz y desarrollo territorial generó profundas reflexiones. Los asistentes reconocieron que la presencia histórica de la institución en zonas vulnerables, le otorga una legitimidad única, pero también una gran responsabilidad. “El desafío es pasar a un enfoque transformador”, explicó un representante de la JEP, subrayando la importancia de incidir en las estructuras que generan pobreza, violencia y exclusión. La Iglesia reafirmó su compromiso de animar procesos de reconciliación, participación ciudadana y defensa del territorio, manteniendo su independencia frente a intereses políticos y económicos.

La articulación entre lo institucional y lo territorial fue otro eje de debate. Los participantes criticaron la desconexión que suelen presentar los programas diseñados desde instancias centrales con las realidades comunitarias. “Necesitamos una institucionalidad más cercana y flexible”, que respete las formas de organización locales y valore los saberes populares en la construcción del bien común.

La dimensión ética y espiritual de la acción social fue transversal a todas las discusiones. Más allá de proyectos específicos, los asistentes enfatizaron en el testimonio evangélico de una Iglesia que acompaña a los más vulnerables, denuncia injusticias y promueve la vida. Este enfoque requiere cuidar la formación y espiritualidad de los agentes pastorales, particularmente aquellos que trabajan en contextos adversos.

El concepto de sostenibilidad integral fue un paradigma clave. Los expertos propusieron superar la mirada economicista para abarcar dimensiones sociales, ambientales, políticas y espirituales. Experiencias como la agroecología, la economía solidaria y la justicia restaurativa fueron señaladas como caminos viables para una acción social alineada con el Evangelio y los desafíos contemporáneos.

El encuentro culminó con compromisos concretos que marcarán la ruta de la pastoral social en los próximos años, demostrando la capacidad de la Iglesia colombiana para reinventarse frente a los desafíos del país, siempre desde su opción preferencial por los pobres y su compromiso con la construcción de una sociedad más justa y reconciliada.

  1. Articulación con Cáritas:
    Fortalecer la red nacional de Pastoral Social en alianza con el sistema Cáritas para responder integralmente a desafíos sociales, ambientales y humanitarios en los territorios.
  2. Ecoparroquias:
    Implementar al menos una ecoparroquia por jurisdicción, basada en la Laudato Si’, que promueva ecología integral, gestión sostenible y participación comunitaria.
  3. Formación en Doctrina Social:
    Profundizar el conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia para guiar acciones de reconciliación, justicia social y desarrollo humano integral.
  4. Sostenibilidad y Desarrollo: Cuidado ambiental y protección de ecosistemas con comunidades locales, Economías solidarias, soberanía alimentaria y prácticas agroecológicas,
  5. Capacitación de Agentes Pastorales:
    Formar a equipos COPPAS y ministerios sociales en:
  6. Evangelización Sinodal:
    Fomentar una espiritualidad de comunión y servicio, con énfasis en: Participación activa de mujeres, corresponsabilidad y sinodalidad. 

Estos compromisos buscan transformar la acción social eclesial hacia un modelo sostenible, participativo y arraigado en los territorios, combinando fe y justicia social

Share via
Copy link
Powered by Social Snap