En enero de 2023 los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Gustavo Petro de Colombia, quienes comparten intereses frente a la protección del ecosistema amazónico de Suramérica, propusieron la realización de la Cumbre de Presidentes de la Amazonía, un espacio que pudiese reunir a los países que comparten este ecosistema para renovar el acuerdo de 1978 que dio origen a la OTCA – Organización del Tratado de Cooperación Amazónica – y se pudiese renovar esta instancia que pareciese estar anquilosada y no muy presente en las discusiones sobre la Amazonía. Además, busca tomar medidas para evitar el punto de no retorno de la Amazonía y preservar la selva tropical más grande del mundo. En el espacio participaron los ministros de ambiente y otros altos políticos de los ocho países de la panamazonía y la participación final de los presidentes de Brasil y Colombia.
La Precumbre, de los días 6, 7 y 8 julio de 2023 en Leticia fue una iniciativa del gobierno colombiano, que en principio estaba siendo manejado por la Cancillería de Colombia, y después fue encabezado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y su ministra, Susana Muhamad, buscando reunir voces diversas, de la panamazonía, de los sectores empresariales, de la sociedad civil, comunidades indígenas, comunidad científica y académica y el sector político, para discutir sobre puntos importantes que sirvan de insumo para la declaración de presidentes que se hará en Belém do Pará, en agosto de 2023 y para la “hoja de ruta” que resultará del espacio.
Los temas discutidos son los siguientes:
- Deforestación y crímenes ambientales trasnacionales.
- Estrategias para revertir la transición: conservación, restauración ecológica, bioeconomía, derechos de los pueblos indígenas, salud y educación.
- Mecanismos financieros.
- Gestión de la información, ciencia, tecnología y conocimiento indígena.
- Agenda de incidencia internacional.
- Fortalecimiento de la gobernanza.
Todos estos puntos debían ser discutidos por seis actores relacionados con la amazonía y su conservación: pueblos indígenas, de la mano de Coica, empresarios, investigadores y academia, y políticos-tomadores de decisiones, sociedad civil a la que fueron invitados sobre todo organizaciones y ONGs, más que comunidades u organizaciones de la sociedad civil de base.
La iniciativa de abrir estos diálogos parte del Ministerio de Ambiente que, al recibir las quejas de organizaciones colombianas sobre la paupérrima participación de las comunidades de base, abrió un espacio de diálogo, sincero y fuera del protocolo, con los pocos líderes que pudieron llegar a Leticia. El Programa Global: Nuestra Amazonía, territorio de vida, acompañado de REPAM Colombia, invitó a Tito Roldán, líder campesino y ambiental del Guaviare. Junto con él, en este diálogo estuvo otro líder campesino, una líder indígena de Mocoa que preguntó ¿Cobre o Agua? por las preocupaciones que hay sobre la intervención minera en su territorio y una líder joven del Putumayo, que alzó su voz diciendo que el Putumayo no aguanta más extracción de hidrocarburos.
Foto 1. Secretario Técnico de la REPAM Colombia, especialista incidencia Programa Global Nuestra Amazonía, líder campesino y ambiental del Guaviare.
La posición de la Ministra es conciliadora y de diálogo social con las comunidades que están en los territorios, reiteró que este gobierno está enfocando los temas ambientales hacia el “Acuerdo Social” como principio de acción. Entiende la importancia de aclarar el tema de las tierras con el campesinado, que también fue discutido en la consulta previa indígena previa a la consolidación del Plan Nacional de Desarrollo, en donde se habló de diálogos entre comunidades para llegar a acuerdos. Además, de que antes de realizar sustracciones en Ley 2da de 1959, ellos debían entender las dinámicas de los territorios para actuar a favor de las comunidades y los ecosistemas, para lo que el ordenamiento territorio campesino y la zonificación participativa son esenciales. Frente a la militarización de la protección ambiental, habló sobre cómo este gobierno frenó la operación Artemisa y las capturas a campesinos vulnerables, instó a que, si todavía hay capturas por delitos de deforestación a esta población vulnerable, se hiciera la denuncia pertinente.
Foto 2. Entrega documentos a ministra Susana Muhamad de parte de líder campesino y diálogo sobre estudio de aguas realizado por el Programa Global: Nuestra Amazonía, territorio de vida.
En este espacio también fueron entregadas propuestas para la Cumbre directamente al Ministerio y se tocaron otros temas, como los problemas de aplicación de estas políticas en los territorios, por diversos motivos, el cumplimiento de acuerdos que se han hecho en el marco de movilizaciones, la protección a los líderes sociales ambientales y la necesidad de constante participación comunitaria.
Foto 3. Diálogo con sociedad civil colombiana y Ministra de Ambiente, Susana Muhamad. Julio 6 de 2023.
Sin embargo, la participación en las mesas convocadas en la agenda oficial de la PreCumbre del 7 de julio, según algunos de los asistentes a la mesa de sociedad civil es que esta participación no fue suficiente, ya que, si bien se tuvieron en cuenta los intereses de diferentes actores de la sociedad, la representación propia y directa de los territorios amazónicos no indígenas no fue representativa. El único líder de un territorio que participó en esta mesa, fue Tito. La representación de comunidades quilombolas, negras, afro, campesinas, grupos de mujeres o jóvenes amazónicos, fue mínima en general.
A pesar de la poca presencia de los territorios, destacamos que en los diálogos se resaltó la importancia de las bases comunitarias para involucrarlas, no solo en la gobernanza de sus territorios, sino en la formulación, implementación, seguimiento y veeduría de los mecanismos de financiación, de investigación y transmisión de la información; la necesidad de planear, construir y fijar ciudades y economías con identidad amazónica, únicas, que integren en su planificación la selva y lo que implica vivir en este ecosistema, donde la autonomía sea clave y dejen de importarse modelos creados en entornos lejanos; que la academia e investigación sea también para las comunidades, destacando su papel y pensar; y que las políticas en deforestación deben ser integrales y deben integrar diferentes sectores, además del ambiental.
Todas estas conclusiones fueron expuestas a los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro, el sábado desde cada una de las mesas convocadas: comunidad científica, pueblos indígenas, cooperación internacional, mesa de gobierno sociedad civil con la idea primaria de poner en el centro a la sociedad y los bosques y la mesa de empresarios; conclusiones que son la base para la declaración definitiva y la hoja de ruta que se propondrá en Belém do Pará, en el marco de la Cumbre con todos los presidentes que comparten jurisdicción de la Amazonía.
Foto. Presidentes de Colombia y Brasil y representantes ministerios de ambiente de los países Amazónicos. Fuente: Presidencia Colombia, foto pública.
En los discursos finales de Petro y Lula, fue evidente la necesidad de actualización de la OTCA, de la necesidad de seguir con los retos de actualización política e institucional para proteger la Amazonía, y del trabajo conjunto para no solo enfrentar la crisis climática, sino para pensar una política que tenga en el centro la vida y la Amazonía, se reiteraron algunos de los puntos expuestos por los representantes de las mesas técnico-científicas y desde Colombia el canje de la deuda externa por protección del ecosistema. Además, de cómo estos diálogos también pueden servir de base para lo que se hable en los futuros COP y sobre las discusiones de desarrollo sostenible y todas las políticas que finalmente impactan ecosistemas como la Amazonía.
Finalmente, como aliados de las comunidades del territorio vemos con preocupación la participación de la sociedad civil en los futuros espacios de la Cumbre de Presidentes en Belém do Pará, ya que fue mínima la información que se recibió sobre la participación amplia en este espacio, ya que al parecer serán los cuerpos diplomáticos los que formarán la declaración final y fijarán la hoja de ruta para la puesta en marcha de esta declaratoria. Como Iglesia, reiteramos la importancia de la participación civil, pues las decisiones de la Amazonía necesitan la participación real de los territorios.