Iglesia Católica brinda asistencia humanitaria a víctimas del conflicto armado en el país

29 Abr 2021


Iglesia Católica brinda asistencia humanitaria a víctimas del conflicto armado en el país


29/04/2021


Durante décadas, Colombia ha estado marcada por un conflicto armado interno que ha dejado diversas zonas del país en estado de vulnerabilidad. Territorios disputados y controlados por grupos al margen de la ley para la proliferación de economía ilegales y otras dinámicas de violencia y guerra, han dejado como resultado millones de víctimas a lo largo de estos años.

Desde la Iglesia Católica se ha buscado brindar atención a esta crisis humanitaria y acoger a las comunidades afectadas por hechos de desplazamiento forzado, confinamiento, restricción de movilidad, amenazas y atentados contra la integridad y vida de las personas, en especial, a líderes sociales y defensores de derechos humanos.

Es por ello que, desde el proyecto Protección y asistencia humanitaria para víctimas del conflicto y la violencia armada en los departamentos de Chocó, Antioquia y Córdoba, liderado por el Secretariado Nacional de la Pastoral Social- Cáritas Colombiana (SNPS/CC) y financiado por la Unión Europea- European Civil protection and Humanitarian aid Operations (ECHO), Cáritas Alemania y Cáritas Española, se busca responder a todos esos acontecimientos generados por el conflicto y la violencia armada en el norte de Colombia, específicamente en las subregiones de Medio Atrato, Baudó, Urabá, Norte de Chocó, Antioquia y Bajo Cauca; así como hacerle frente a la respuesta insuficiente de las autoridades locales y nacionales frente a los escenarios de emergencia humanitaria.

Nuestra misión como Iglesia es acompañar, animar, atender y apoyar a quién más lo necesite. Con las acciones que se implementan en el marco de los proyectos brindamos una palabra de aliento, de esperanza, pretendemos generar capacidades y brindar algunas herramientas para que sean las mismas comunidades quienes propicien su transformación o futuro deseado”, aseguró Catherine Fernández, especialista del proyecto.

Este se ha ejecutado en diversos municipios del país, tales como: Turbo, Apartadó, Carepa, Mutatá, Tarazá, Cáceres, Caucasia, Ituango, Valdivia, Briceño y Chigorodó en Antioquia; Riosucio, Carmen del Darién, Bojayá, Quibdó, Alto Baudó, Medio Baudó e Istmina Tadó en Chocó; y San José de Uré, Puerto Libertador, Tierralta y Montelíbano en el departamento de Córdoba.

Para la Iglesia es clave poder brindar asistencia a quienes más lo necesitan, es decir, a aquellas poblaciones que durante mucho tiempo han estado en la negligencia por parte de entidades gubernamentales y que se siguen viendo afectados por las problemáticas presentes en sus territorios, razón por la que durante su implementación se identificaron y atendieron las necesidades humanitarias más inmediatas: alimentación, agua e higiene, albergue y protección, así como la atención a la emergencia por Covid-19.

El SNPS/CC y las Diócesis de Apartadó, Santa Rosa de Osos, Motelíbano, Quibdó e Istmina Tadó han brindado acompañamiento psicosocial a nivel familiar y comunitario. Asimismo, han brindado asistencia y asesoría jurídica, formación para la incidencia, cabildeo y gestión local, lo que ha permitido la construcción de planes comunitarios de autoprotección, en donde se tenga en cuenta la integridad étnica, cultural y social de cada territorio. Adicionalmente se han desarrollado estrategias para sensibilizar y prevenir  el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes.

Es importante resaltar que, para la intervención se tuvo en cuenta dos enfoques: diferencial y género. El primero hace referencia a niñas, niños y adolescentes, mujeres madres solteras, personas en situación de discapacidad, personas mayores, comunidades indígenas y afrodescendientes; mientras que en el segundo enfoque consiste en la visibilización de la situación especial de niñas y mujeres víctimas de la violencia armada.

Para la especialista nacional del Proyecto, “se logró generar capacidades para la autoprotección de las comunidades y fortalecimiento de organizaciones de la sociedad civil, a través de la construcción e implementación de planes de protección, se brindó acompañamiento socio jurídico, psicosocial, sensibilización frente a la Educación en Riesgo de Minas Antipersonal y por medio del fortalecimiento de estrategias culturales, artísticas y deportivas, se avanzó en la prevención frente al reclutamiento de niños, niñas, adolescentes y jóvenes”.

Adicionalmente, se atendieron varias situaciones de desplazamientos forzados, emergencias naturales y se brindó respuesta a la emergencia por Covid-19, a través de alivios alimentarios, kits de higiene/ elementos de bioseguridad, subsidios de albergue y/o alivios económicos, para líderes amenazados.

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