Forjando sueños de paz y reconciliación

23 Abr 2017

Forjando sueños de paz y reconciliación

Abril 27 de 2017. Nicol Dayana Obando Ortega, es una niña nacida en Santander de Quilichao, fue criada por su abuela ya que su madre la dejó cuando tenía un año y su padre no puede cuidarla porque vive en Corinto por su trabajo. Estas adversidades no han sido un obstáculo para trabajar por su comunidad, debido a que ha aprendido de su abuela que forjar la paz y la reconciliación requiere un compromiso en el día a día.

A menudo en su casa se han llevado a cabo varias reuniones de la “Fundación Tejiendo sueños de esperanza” que hace parte de la Red de Mujeres del Norte del Cauca (Redmunorca), que cuentan con el impulso y colaboración del Programa FortaleSCiendo de Pastoral Social de la Arquidiócesis de Popayán. En estas actividades aprendió la importancia del trabajo comunitario y del emprendimiento social.

Un día estando en su colegio, se dio cuenta que había una niña a la que se le dificultaba aprender y por lo tanto no tenía el rendimiento esperado; así mismo vio que esto le sucedía a muchas de sus compañeros y decidió conseguir a alguien para que le ayudara a dictar clases adicionales fuera de su horario escolar.

Se encontraban tres veces por semana, trabajaban en el desarrollo de las tareas y refuerzo de las materias. Una semana la profesora no pudo asistir y fue entonces cuando Nicol al ver la situación, no quiso dejar a los niños sin tutoría. Decidió tomar unos libros que tenía su abuela, y comenzar a enseñarles. Se preparó y cuando menos lo pensó ya estaba parada en una silla dictando la clase a sus compañeros de colegio.

Su motivación por participar en diferentes actividades fue creciendo y a los seis años, al tener su abuela una reunión en el municipio de Caloto, Nicol le pidió que la dejara participar y así lo hizo. Ella sin temor y con mucho entusiasmo, pidió el micrófono y habló de lo relevante que es construir y querer la paz.

“Quisiera tener un país libre como antes, donde los niños podamos salir a las calles a jugar, donde no existan las guerras. Pero ahora no se puede salir a la calle, porque de pronto una bala perdida, un tiro perdido, puede herir a un niño, por eso me gustaría que exista la paz en mi municipio y en toda Colombia para que los niños podamos salir y jugar como en tiempos antiguos, jugar a la lleva, a las escondidas, hacer comitivas y así disfrutar de nuestra niñez y de los sitios donde nos encontramos”, expresó Nicol Dayana.

Ahora Nicol ya cuenta con diez años, sigue construyendo sueños y sigue formándose como líder. Gracias a su participación en las reuniones de la Red de Mujeres del Norte del Cauca, ha entendido la problemática de la violencia contra las mujeres, tal ha sido su compromiso, que quiere hacer una campaña para sensibilizar a sus compañeros entorno a la violencia que surge en el hogar.

“No me gusta que le peguen a las mujeres, pero en este tema me gustaría poder aportar y ayudar, en especial a los niños que son quienes sufren las consecuencias. Los adultos pelean y son los niños los que están escuchando y viviendo con temor o con dolor esta situación. Por eso me gustaría evitar que los niños fueran víctimas de esta situación y se supiera defender a la niñez en estos casos”, comentó Nicol Dayana.

Esta pequeña cuando sea grande quiere tener una escuela y una casa de hogar, tener niños que busquen aprender de diferentes temas, que no cuenten con las posibilidades económicas, con el fin que tengan una oportunidad de salir adelante. Pero además quiere darles acogida a las personas que tienen algún vicio, sacarlos de esa situación con ayuda de especialistas que puedan apoyarlos y luego brindarles una posibilidad de estudio para que se entusiasmen y saquen adelante sus sueños.

Ahora ella busca seguir formándose para poder construir un mejor mañana para su municipio de Santander de Quilichao, y ayudar además a su abuelita, en los que haceres de la casa, en la Fundación y participando de las distintas actividades donde las inviten, sentando una voz que deje un mensaje de paz.

Elaborado por:
María Alejandra Muñoz P.
Promotora de Comunicaciones – Programa FortaleSCiendo
Pastoral Social – Arquidiócesis de Popayán

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