En el marco del programa Gobernabilidad Responsable, financiado por USAID, este 26 y 27 de junio se realizó el Encuentro Nacional de Consejeros y Consejeras de Paz, un espacio para el intercambio de experiencias entre los Consejos Nacionales y Territoriales, donde participaron los integrantes del Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia CNPRC; y Consejeros Territoriales de Paz, Reconciliación y Convivencia (CTPRC) de Caquetá; Meta; Sur de Córdoba; Bajo Cauca y Nariño.
Se da inicio a este espacio destacando la importancia de la democracia y la necesidad de socializar y fomentar así la participación de todos los integrantes encaminados a una sociedad para la paz, construyendo un camino de cambio y orientado a una sociedad más humana donde la prioridad sean los derechos humanos, como el derecho a la vida, la dignidad, la libertad y la unidad.
Para el Padre Rafael Castillo Torres, Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana, Los Consejos de Paz deben tener claro nuestros límites como nación colombiana, “somos una nación moralmente enferma y con fracturas múltiples”, ya que a lo largo de nuestra trayectoria, gracias a la violencia, injusticia y crímenes, se ha adoptado un constante estado de miedo, resentimiento y venganza, por lo que es crucial purificar la memoria; y con esto, no se habla de olvidar la historia de nuestro país, sino de reconocer el daño causado, repararlo y comenzar una nueva etapa sin mirar hacia atrás.
Recordando la importancia de reconocer a los Consejos como uno de los puntos del Acuerdo de Paz, los Consejeros Nacionales en representación de Deisy Aparicio, abordaron la necesidad de superación de los conflictos a través del diálogo y la garantía de derechos, una premisa que no sólo se plantea desde una perspectiva de encuentros en Armonía y las relaciones humanas, sino también recae la responsabilidad en la gobernanza de los territorios, construida por los Consejos de Paz.
Sin embargo, aunque desde los espacios de diálogo los Consejeros trabajan activamente en la construcción de paz desde sus respectivos territorios, creando actores sociales y políticos que le apuesten a la construcción de este camino, afirman que se evidencia la desconexión de la institucionalidad frente a la participación de estos Consejos en los distintos espacios de toma de decisiones, ya que cuando se abre un espacio de participación de los mismos, se maneja más por cumplir un requisito que por darle la importancia que se debe.
Por otro lado, mencionan que la experiencia desde el programa de Gobernabilidad Responsable con USAID, ha sido enriquecedora, ya que les ha permitido trabajar en los diferentes municipios, facilitando así, la identificación de problemáticas comunes en todo el territorio, además de potenciar el fortalecimiento de capacidades de los miembros de los Consejos, en temas como: manejo de redes, fortalecimiento de comunicaciones, realización de planes de acción, y su experiencia como líderes en sus territorios.
Según Monseñor Héctor Fabio, “el gran fenómeno que estamos viendo es la intransigencia, lo que denota que la violencia existe, es por esto que estas pruebas hay que afrontarlas con serenidad y entender el macroproceso de lo nacional, que se entiende de lo global a lo local”. Gracias a este espacio se dio una gran oportunidad a nivel institucional, no solo para generar estos diálogos con los consejos de paz sino para crear un espacio de reunión y así, aunar esfuerzos e iniciativas como sociedad.
Por otra parte, la Procuraduría delegada para los Procesos de Paz, expresó su compromiso en recolectar las peticiones de los Consejeros e instituciones, con el fin de establecer una comunicación efectiva tanto a nivel nacional como a nivel territorial. Este espacio es clave para asegurar que las preocupaciones y necesidades de las regiones sean adecuadamente representadas y gestionadas en el plano nacional, para así, de esta forma poder avanzar en todos los procesos que permitan alcanzar una mejor articulación entre los diferentes niveles de gobierno y los Consejos de Paz.
Finalmente, los Consejeros concluyen que es importante buscar mecanismos para interconectar las regiones a nivel nacional, para que, a partir de este encuentro, se lleven a cabo reuniones periódicas virtuales para intercambiar experiencias de trabajo con el fin de generar acciones de incidencia en temas de paz. Sin lugar a dudas, este tipo de eventos permiten reconocer y comprender la dinámica en otras regiones y otros Consejos Territoriales, por esta razón se propone la construcción oficial de una red nacional de paz que permita trabajar de manera conjunta, aprovechando la trayectoria y el conocimiento de los demás consejos en la construcción de la paz.
