Comunicado La paz en el Chocó: entre sombras y luces
La verdad os hará libres (Jn 8,32)
Las organizaciones étnicoterritoriales y las diócesis que tienen jurisdicción en el departamento del Chocó, queremos reiterar que seguimos poniendo nuestras esperanzas en la solución negociada a los conflictos armados y sociales que han afectado históricamente a nuestra nación. Tanto la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC, como el inicio de las negociaciones con el ELN en Quito, son signos positivos en la ardua búsqueda de construir los caminos que nos conduzcan a disfrutar de la anhelada paz.
Ahora bien, observamos con suma preocupación algunos fenómenos que pueden poner en crisis nuestra fe en un eventual desenlace exitoso de los procesos de paz:
- Frente al acuerdo de paz con las FARC son motivos de preocupación la falta de adecuación logística de las Zonas Veredales y Campamentarias; la tendencia recurrente en algunos sectores sociales y políticos a desconocer los acuerdos ya firmados; la falta de claridad en el desmonte de las estructuras de milicianos tanto en las zonas rurales como urbanas; y las fallas en la aplicación del capítulo étnico de los acuerdos, especialmente por el desconocimiento de las normas de consulta previa.
- Causa preocupación por parte del ELN, la manera como han venido ocupando el territorio de poblaciones étnicas y sus espacios comunitarios, lo cual pone en riesgo a las mismas comunidades y a sus autoridades.
- Igual que en muchas regiones del país, en el Chocó somos testigos del avance amplio, abierto y sistemático de grupos armados ilegales con discurso y actitudes de paramilitarismo que ocupan territorios que la Fuerza Pública no logra controlar, ocasionando el sentido de desprotección de numerosas comunidades. En las últimas semanas y meses se han dado a conocer numerosos documentos, tanto de sectores de la Iglesia como de organizaciones populares y otras voces de la sociedad civil que expresan su alarma sobre este fenómeno que ya ha encontrado eco hasta en la prensa internacional.
- En los centros urbanos continúan los hechos de violencia y criminalidad que cobran víctimas especialmente entre los jóvenes y sectores marginales. La población en general, muestra síntomas de desespero por la inseguridad y poca efectividad de las autoridades. Igualmente, existen testimonios de presencia de grupos afines al paramilitarismo que controlan sectores de los centros urbanos y asumen por su cuenta acciones de ajusticiamiento, poniendo en entredicho el Estado Social de Derecho.
Exigencias y exhortaciones:
- Al Estado colombiano le exigimos mecanismos de protección a los habitantes del Chocó, recuperando el ejercicio del monopolio de las armas según las normas del Estado de Derecho. Igualmente, para favorecer el anhelo de paz del pueblo chocoano, la fase de implementación de los acuerdos de la Habana y la naciente negociación con el ELN, la sociedad espera resultados concretos en el control y desarticulación de bandas criminales y de paramilitares. Mientras se percibe cierta permisividad de sectores de la Fuerza Pública y de otros organismos del Estado frente el accionar de estos grupos armados, el Proceso de Paz pierde credibilidad.
- A las guerrillas de las FARC y el ELN, les exigimos perseverar en la voluntad y el compromiso de poner fin al conflicto armado respondiendo a las expectativas de la Sociedad Civil.
- Invitamos al cuerpo diplomático acreditado en Colombia y al sistema de Naciones Unidas a continuar apoyando el Proceso de Paz y todas las iniciativas de la Sociedad Civil que conducen al logro de la terminación del conflicto armado y a la construcción de la paz para todos los territorios del pueblo colombiano.
- Exhortamos a los Medios de Comunicación, locales, regionales, nacionales e internacionales, a informar con veracidad lo que ocurre en este contexto, siendo aliados importantes para visibilizar la crisis humanitaria en el Chocó.
El Dios de la vida nos ilumine y fortalezca en la búsqueda de caminos de conversión que nos acerquen a la convivencia fraterna en un país reconciliado.
Quibdó, Marzo 17 de 2017