La Iglesia Católica en América Latina y el Caribe propone un enfoque basado en la ecología integral para fortalecer el marco global de la biodiversidad. Desde la doctrina social de la Iglesia, la creación es vista como sagrada y exige una relación de respeto y cuidado. En este sentido, la crisis ambiental actual no puede ser abordada solo desde una perspectiva técnica, sino a través de una visión ecológica integral que promueva la interconexión, la justicia social y la sostenibilidad ecológica. La Iglesia se compromete a trabajar con diversas organizaciones para impulsar un cambio civilizatorio que responda a la crisis climática y la pérdida de biodiversidad.