En un gesto por la reconciliación nacional, la Iglesia Católica, a través de la Conferencia Episcopal de Colombia, convocó hoy un encuentro fraterno con las más altas autoridades del Estado en la Curia Arquidiocesana de Bogotá. El objetivo: crear un espacio de “respiro” ante la polarización, promover el diálogo constructivo y “desarmar el lenguaje”.
En entrevistas previas el Cardenal Luis José Rueda Aparicio Arzobispo de Bogotá, hizo un llamado a los líderes políticos: “Queremos que sepan que no están solos, que el país deposita su esperanza en una dirigencia capaz de trabajar unidad con humildad y sensatez”. El purpurado recalcó que este no es un escenario para grandes anuncios, sino para construir acuerdos mínimos que permitan avanzar hacia la paz social, como el Papa León XIV lo dice hagamos un lenguaje desarmado.



El almuerzo de trabajo, convocado por Monseñor Francisco Múnera, Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, junto a Monseñor Gabriel Villavahos, Arzobispo de Tunja, y Monseñor Germán Medina, reunió a 17 altas autoridades del Estado, incluyendo al presidente Gustavo Petro y los presidentes de las ramas del poder público. En su papel de facilitadora del diálogo, la Iglesia propuso tres ejes fundamentales para la construcción de paz: primero, la disminución de los discursos confrontacionales; segundo, la identificación de consensos mínimos en temas prioritarios para la nación; y tercero, el compromiso colectivo con el bien común por encima de intereses particulares. “Cuando prevalece la voluntad de entendimiento – destacó Monseñor Múnera – siempre es posible encontrar caminos de reconciliación”, afirmación que sintetiza el espíritu de este encuentro interinstitucional.
Este encuentro, que contó con la presencia de los presidentes de las altas cortes, órganos de control y líderes de la Iglesia Católica, pretende ser el primero de muchos espacios similares que la Iglesia seguirá promoviendo en su labor por la paz.
Un mensaje de esperanza y compromiso
El documento, titulado “Invitación de Altas Autoridades de las Instituciones del Estado Colombiano”, destaca la necesidad de “escucharnos, valorarnos y respetarnos en hermandad”, así como de “desarmar y armonizar la palabra” para superar los conflictos políticos y sociales.
Además, se elevó una oración por la vida de Miguel Uribe Turbay y por todas las víctimas de la violencia en el territorio nacional, acompañando a sus familias en su dolor.
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