Por: Alejandra Ramírez Ochoa
Comunidad de Protección
El departamento de Córdoba ha sido disputa por la tenencia de la tierra, el control territorial y la minería ilegal, empujando a las comunidades al miedo, la zozobra, la falta de oportunidades, la revictimización a la población víctima por los grupos armados y al empoderamiento de los líderes y lideresas, para proteger su territorio y sus comunidades.
La memoria histórica de Córdoba nos retrata un territorio de muerte, masacres colectivas, violencia sexual, quema de casas, desaparición, desplazamiento forzado; sobre todo, esperanza y resiliencia por las comunidades que no se rinden, al contrario, defienden sus derechos humanos y construyen paz para vivir con dignidad.
Es preciso mencionar que las poblaciones de los municipios de Tierralta y Montelíbano carecen de oportunidades laborales, acceso a los servicios de salud y educación de calidad; viven de la siembra en sus caseríos y la labor de jornaleros en fincas, igualmente, están expuestos a riesgos de inundaciones por las crecientes de las quebradas, la violencia basada en género y el conflicto armado. Ante esta realidad, la pastoral social con el apoyo solidario de Cáritas Alemania y Cáritas España, formuló e implementó un proyecto que tuvo como fin mitigar las brechas presentes y fortalecer el tejido social comunitario para mejorar la calidad de vida de las personas.
Así, se lideró un proceso de acompañamiento y educación en estrategias de protección de derechos y salvaguarda de la vida en caso de una damnificación por desastre natural, para la población víctima del conflicto armado. Estas acciones impactaron significativamente en el tejido comunitario con “la integración de las comunidades, el empoderamiento juvenil, la protección de las lideresas sociales, el sentido de pertenencia por el territorio, la atención psicosocial para la resolución de conflictos y las asesorías para identificar los mecanismos jurídicos y las rutas de acceso para garantizar la protección de los derechos humanos; con esto último, logramos que la Alcaldía del municipio nos respondiera los requerimientos” (SNPS-CC, Tierralta, 2023) y “la esperanza de que nuestro territorio alcance la paz” (SNPS-CC, Montelíbano, 2023).
Además, gracias a este proceso se compró material y la comunidad construyó un puente para que los niños y las niñas puedan asistir a clases cuando se crece la quebrada en el corregimiento de Lorenzo Arriba en el municipio de Tierraalta.
A pesar del panorama en la zona, los liderazgos surgen con la fuerza de un huracán y el ímpetu de un remolino, con la ilusión de que no se olvide lo ocurrido en el marco del conflicto armado y existan garantías de no repetición.