Asistencia humanitaria a comunidades víctimas del conflicto armado en la Diócesis de Istmina-Tadó

3 May 2021


Asistencia humanitaria a comunidades víctimas del conflicto armado en la Diócesis de Istmina-Tadó


03/05/2021


Una de las Diócesis más extensas del país es la de Istmina-Tadó, que comprende gran parte de la costa Pacífica colombiana, una de las zonas que durante años ha sufrido el abandono estatal y que ha tenido que vivir con el miedo y la zozobra debido a la presencia de actores armados.

“Esto constituye evidentemente una ruta para sus actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de drogas, también es una zona muy fértil para la siembra de ese cultivo”, manifestó un integrante del equipo de la Diócesis de Istmina-Tadó*.

Todo esto ha hecho que los combates en la zona se hayan intensificado, causando así, desplazamientos constantes, amenazas a líderes y lideresas sociales, confinamientos y reclutamiento, entre otros hechos que afectan directamente a las familias.

Ante el desolador panorama en el que viven las comunidades de esta región del país, el Secretariado Nacional de la  Pastoral Social / Cáritas Colombiana (SNPS/CC) y la Diócesis de Istmina-Tadó, llevaron a cabo el proyecto Protección y asistencia humanitaria para víctimas del conflicto y la violencia armada en los departamentos de Chocó, Antioquia y Córdoba, financiado por la Unión Europea- European Civil protection and Humanitarian aid Operations (ECHO), Cáritas Alemania y Cáritas Española, el cual tiene como objetivo brindar asistencia humanitaria y respuesta a las necesidades básicas de la población afectada por el conflicto armado, tales como alimentación, agua e higiene, albergue y protección.

Enfrentándose a retos como la presencia de grupos armados durante ciertas actividades, los equipos locales y del SNPS/CC lograron llegar a la comunidad de manera individual con las asesorías jurídicas.  El objetivo fue hacer ejercicios educativos entorno al conflicto armado.

“Modificamos ciertos contenidos y metodologías, nosotros queríamos brindar esa capacitación en derechos de víctimas de manera abierta pero no pudimos. Tuvimos que hacerla de manera abierta en un taller de incidencia política y la asesoría jurídica realizarla de manera particular, asumiendo un gran riesgo porque evidentemente cualquier persona se puede acercar a usted a pedir una asesoría y usted no sabe quién, pero fue necesario y no tuvimos otra opción”, compartió Andrés Perez, integrante del equipo de la Diócesis de Istmina-Tadó*.

Es por ello que para el equipo de la Diócesis, la Iglesia Católica jugó un papel crucial en la ejecución del proyecto, pues sin este respaldo sería difícil ingresar de manera segura a estos territorios. “Es muy importante que la iglesia siga haciendo presencia en estas zonas y liderando estos proyectos, porque ellos son los que nos brindan de una u otra manera el respaldo que requerimos para que como profesionales podamos ingresar al territorio de manera segura, ya que, son muy respetados, incluso por los grupos armados”, señaló el integrante del equipo de la Diócesis de Istmina-Tadó *.

Como resultado del taller de incidencia política y la asesoría jurídica, se construyeron planes comunitarios de autoprotección en donde se establecieron rutas y mecanismo que pudieran dar respuesta a cualquier eventualidad, no solo en materia de enfrentamientos entre grupos, sino también ante posibles desastres naturales y demás hechos que se puedan presentar.

“Arrancamos realizando una pequeña actividad en las comunidades, esta consistía en que los miembros nos realizaban una especie de cartografía social donde ellos establecían cuáles eran las principales problemáticas que tenían y, por consiguiente, los riesgos existentes y escenarios de protección dentro de sus mismas comunidades”, afirmó Andrés Perez *.

En materia de seguridad alimentaria se entregaron varios kits de alimentos a las comunidades, siendo estos de gran importancia en el contexto actual del país y el mundo debido a la emergencia sanitaria a causa del Covid-19. Por otro lado, también se fortalecieron los conjuntos comunitarios y organizaciones de base brindándoles herramientas como el taller de incidencia política.

Yo creo que las comunidades atendidas han tenido mejoras significativas, partiendo de todos esos beneficios en materia de seguridad alimentaria que les brindamos, agua e higiene y todo el tema de la línea de protección, con la que construimos esos planes de protección muy interesantes que seguramente les vas a servir a ellos para tratar de mantenerse un poco apartados o alejados de todos esos peligros constante a lo que están expuestos”, concluyó el integrante del equipo de la Diócesis de Istmina-Tadó*.

*Por temas de seguridad se reserva el nombre.

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