Banco de Alimentos de Montería, ayudar como un acto de fe
Desde el 13 de marzo del presenta año y hasta el pasado 10 de julio, la Diócesis de Montería ha entregado 231.865 kg de alimentos, con los cuales se han atendido alrededor de 17.850 personas durante la actual crisis sanitaria que atraviesa el país. Angélica Oviedo es la directora del programa de Banco de Alimentos de esta jurisdicción, y junto con su equipo de colaboradores, durante estos cuatro meses han enfrentado el reto de seguir ayudando a los más necesitados en medio del riesgo inminente y las dificultades que se presentan cada día.
Detrás de ese trabajo humanitario, hay personas. Seres humanos que más allá de un trabajo, sirven a los demás por vocación. Cada vez que Angélica sale de su casa, muy temprano para poder cumplir con toda la logística que requiere un Banco de Alimentos, debe usar un equipo de protección especial: careta, tapabocas, guantes y enterizo antifluido; al regresar y antes de poder saludar a sus hijos que la esperan con ansias, debe bañarse de pies a cabeza y realizar la desinfección y esterilización de cada uno de sus implementos de trabajo.
Para Angélica, salir de su casa cada día es un acto de fe, confiar en Dios, sabiendo que su vida y la de su familia están en sus manos, además de cumplir todos los protocolos de seguridad que no son negociables en ninguna instancia. Su esperanza se mantiene intacta al ver los rostros de quienes reciben las ayudas, una sonrisa o un lagrima que dice “gracias” desde lo profundo del corazón, alimentar a los más necesitados es un mandato del Señor y contribuir a que alguien no pase hambre, es la palabra encarnada de Jesús.
Según Angélica, la clave está en hacer las cosas con mucho amor por la labor que se realiza día a día y saber manejar la carga de estrés y ansiedad frente a la situación actual, por medio de la oración y “aumentando la fe en cada situación que se nos presenta al visitar familias que ven en el Banco de Alimentos, una mano amiga”.
El acompañamiento espiritual ha sido una parte fundamental en el Banco de Alimentos de la Diócesis de Montería y se ha desarrollado por medio de la sensibilización y el estudio bíblico ofrecidos a los colaboradores, así como las llamadas a los grupos de beneficiarios y, de esta manera, no es solo brindar una ración de alimento, sino un apoyo emocional en medio de la emergencia: “La gratificación del servicio: el que sirve para servir, sirve para vivir”.
Angélica resalta la importancia de los Bancos de Alimentos a lo largo del territorio nacional, en tanto que son la mano caritativa de la Iglesia Católica, por medio de la cual se logra atender a la población más vulnerable de los diferentes departamentos, construyendo esperanza en medio de la crisis.
Como directora hace una invitación a que seamos puentes entre los que carecen de lo necesario y los que tienen aún más posibilidades “¡Anímate y ayúdanos a ayudar!”.